¿QUIEN MANDA AQUI?

• Author: Rodriguez Reyna, Ignacio
• Position: Pelea entre Vicente Fox y el Congreso en M

La batalla por el poder: Vicente Fox vs. el Congreso.

Cómodamente instalado en su habitación del Hotel Fiesta Americana, en el centro de la Ciudad de México, Vicente Fox comenzaba a disfrutar de la presidencia. Estaba a sus anchas. Era el 4 de septiembre de 2000. Faltaban tres meses para asumir el cargo, pero ya conversaba con las distintas fuerzas políticas en la suite que había sido su cuartel de campaña y donde se sentía a gusto.

"Señor presidente, se requiere más presupuesto para el gasto social. Hay muchos rezagos en salud, educación, vivienda", decía Martí Batres, coordinador de los diputados del centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Fox lo atajó.

"Sí, sí, ya lo sé. Por eso necesitamos tanto la reforma fiscal. De ustedes depende", subrayó el presidente electo.

"No, depende de que se realice una verdadera reforma y no sólo de que se imponga el IVA a los alimentos y medicinas; va a dañar a la población más desprotegida. Lo que ustedes no quieren es acabar con los privilegios", ripostó Batres.

"Ahí piénsenlo, de ustedes depende, tenemos que platicar después", concluyó el mandatario. Y la charla dio un giro.

Ese corto duelo de esgrima verbal encierra las claves para descifrar la relación inédita del primer presidente surgido de la oposición en la historia de México y un Congreso plural, donde ni el partido de Fox, el Partido de Acción Nacional (PAN), ni los opositores tienen mayoría.

Durante las décadas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el poder, el Congreso mexicano sirvió de poco más que un sello para las iniciativas del presidente. Ahora Fox tendrá que negociar con las distintas fracciones para lograr que dos tercios de los congresistas aprueben sus iniciativas, como la reforma fiscal de US$12,000 millones, la apertura del sector energético a la inversión privada y los cambios a la Constitución.

Espectro amplio. Hasta la fecha, Fox se ha empeñado en que su gobierno sea de consenso. Formó un gabinete que representara el espectro político más amplio posible. Se ha distanciado de los elementos más conservadores del PAN. Pero está por verse que esos esfuerzos sean suficientes para ganar el apoyo necesario de los diputados y senadores del PRI y PRD, y ni hablar del PAN.

"Será una relación compleja por dos factores: la difícil relación de Fox con los coordinadores panistas en el Congreso --Felipe Calderón en la Cámara de Diputados y Diego Fernández de Cevallos en el Senado-- y la dificultad que implica que el PAN no tenga mayoría. No será fácil que las propuestas de Fox sean aprobadas. Casi ninguna pasará tal como la envíe el presidente", dice Alfonso Zárate, un destacado analista político independiente.

La oposición, por su parte, da por descontado que no será una relación tersa. "Este es un Congreso idóneo para establecer equilibrio de poderes, pues no hay ninguna mayoría, pero la actitud de Fox ante ello es totalmente negativa", dice Martí Batres. "Al presidente no le gusta que se le diga que no".

Desde el principio Fox empezó a...