¿Cegado por el sol?

PositionCuba - TT: blinded by the sun? - TA: Cuba

Como si fuera él mismo un muro de Berlin tropical, el presidente de Cuba, Fidel Castro, se niega a aceptar la nueva realidad mundial. Aunque sus compatriotas pasan hambre y viven a la caza de dólares de turistas y otros visitantes extranjeros, el caudillo de 71 años rechaza tercamente todo intento serio de abrir la economía cubana. Sí, acepta cierto grado de capitalismo, como dijo recientemente en el congreso del Partido Comunista, pero solamente mientras no interfiera con el sistema socialista que impera en la isla.

El único problema: el sistema ha fracasado miserablemente. Es cierto que por un tiempo pareció funcionar, al menos en ciertos aspectos: no había desempleo ni miseria visibles. Pero como se vio claramente tras la disolución de la Unión Soviética y el fin de los subsidios de Moscú, el "éxito" cubano era una farsa. Hoy, Cuba es una economía asediada. Se han hecho ciertas mejoras desde que la desastrosa crisis de 1994 provocó motines sin precedentes, pero en general la isla está más dominada por la apatía y la miseria que por el optimismo y el crecimiento que lógicamente debería experimentar por su excelente ubicación geográfica y sus recursos naturales.

Mientras el resto del mundo (incluso China y ahora, al parecer, Corea del Norte) ha aceptado que los mercados libres funcionan mejor que la planificación estatal, Fidel sigue permitiendo el capitalismo a regañadientes. Por cada paso adelante, da uno atrás. Un ejemplo: las ridículas regulaciones de los restaurantes particulares. Sí, están permitidos y pueden recibir dólares, pero (escuchen bien) sólo pueden tener un máximo de 12 sillas. En otras palabras, si un restaurante se hace muy popular, y todas las noches tiene una gran cola de clientes esperando por...

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