Viene el fin del mundo, ¿y qué?

AuthorStinson, Douglass
PositionTransici

El problema del 2000 amenaza con una crear una catástrofe, pero América Latina ya ha pasado por eso.

Muchos Vecinos de Santiago no tienen agua. Los apagones dejan a oscuras grandes secciones de Buenos Aires. En Silo Paulo y Quito, los clientes esperan con desespero frente a bancos cerrados; sobrevienen motines. Las amas de casa limeñas sufren los apagones diarios, saben que su moneda carece de valor, que la comida escasea. Las familias mexicanas pasan apuros con el derrumbe del sistema financiero, mientras los panameños ya no pueden importar productos y los dólares escasean.

¿Será esta la tenebrosa llegada del nuevo milenio, la profecía de la catástrofe del año 2000? ¿Se detienen en todo el mundo los sistemas de computadora que controlan servicios básicos porque los programas diseñados para el siglo XX no interpretan que la fecha 01/01/00 es del año 2000 y no 1900? Es el ya archiconocido Y2K (el año 2000, en sus siglas en inglés)

El problema ha sido noticia diaria en América Latina desde hace años, aunque gran parte de la acción ha tenido lugar este año.

Nadie sabe qué pasará. Se habla de grandes calamidades: extensos apagones, parálisis gubernamental, vuelos cancelados, cierre de bancos. Pero muchas de estas cosas son el pan de cada día en América Latina.

Así las cosas, parece que la región está curiosamente preparada para lo que venga. No porque los sistemas de computadora se hayan ajustado, sino porque los latinoamericanos han sobrevivido a muchas catástrofes de sus sistemas. Y saben demasiado bien lo que puede pasar. "Si decimos la los venezolanos] que deben almacenar víveres, o que necesitan tener efectivo a mano, estamos seguros de que habrá tumultos en los bancos y que los comestibles desaparecerán de los mercados", comenta Hugo Castellanos, coordinador del problema del 2000 en el gobierno de Venezuela. Aclara que con el fin de tratar el tema sin que cunda el pánico, se está "hablando con sicólogos y siquiatras para saber cómo dirigirse a la población".

No hace falta apresurarse. En México, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha dado un salto en el tiempo y probó un plan para cambiar la fecha en el reloj de su computadora central a diciembre de 1993. "Funcionó", dice Carlos Jarque, el gurú del problema del 2000 en México. "Esto nos dará otros siete años".

El gobierno mexicano calcula que sólo uno de cada 20 mexicanos sabe que puede haber una crisis, y mucho menos de qué se trata el problema. En cambio, el 85% de los...

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