Verde de envidia.

• Author: Brown, Greg
• Position: Compa

AntarChile compra a un socio y extrae ganancias de los bosques chilenos.

Desde un barco en los fiordos del sur de Chile, se divisan los bosques comerciales. En vez de selvas espesas, son filas perfectamente simétricas de Pinus radiata, un pino que crece muy rápido, todos con la misma tonalidad de verde y la misma altura. Y todos con el mismo destino: convertirse en astillas con las que se hace papel y también madera prensada para construcción, armarios de cocina y muebles de oficina baratos en Estados Unidos, Europa y Asia.

También se ve lo que mueve a AntarChile. Las ventas de la compañía holding fueron cuantiosas en 2000, cuando la economía norteamericana y otras disfrutaban de un auge. Pero los ingresos se catapultaron sobre todo al comprar el 30% --y el control-- de su principal filial, el conglomerado Copec, a la productora neozelandesa de pulpa y papel Carter Holt Harvey. Los ingresos de AntarChile en 2000 llegaron a US$3.610 millones, por encima de los US$2,9 millones de 1999.

AntarChile está dirigida por el tercer hombre más rico de Chile, el inmigrante italiano de 86 años Anacleto Angelini. La empresa es un típico grupo de cartera industrial latinoamericano, un conjunto de inversiones pertenecientes a una familia. El sobrino de Angelini, Roberto, es el segundo al mando, y el apellido Angelini abunda en la lista de accionistas.

Angelini entró en el grupo en 1986 y convirtió a Copec, una distribuidora de petróleo de 67 años de antigüedad, en un grupo en expansión. Copec --alrededor del 96% del valor de la inversión de AntarChile, según estimados de la compañía-- es el rostro más público del grupo, conocido por las gasolineras con su nombre. La empresa también se dedica a distribución de gas natural, pesca, sector minorista y seguros.

La mina de oro de AntarChile es una filial de Copec, la productora de pulpa Celulosa Arauco y Constitución, conocida como Arauco. Los bosques del sur de Chile son máquinas de fabricar árboles: en Canadá hacen falta 150 años para llevar un árbol al molino, y en Escandinavia, 100. Los árboles chilenos maduran en 26 años.

Las astillas seguirán dando ganancias, especialmente cuando nuevos proyectos de pulpa entren en línea, dice Ricardo Morales, analista de la firma de corretaje de acciones...