La nueva cara de Pekin: dos hermanos venezolanos, arquitectos, participan en el auge de la construccion en China.

AuthorThompson, Andrew
PositionDel Otro Lado - Victor, Antonio Ochoa - Entrevista

Pekín disfruta de un auge de la construcción. El trabajo en las obras no se detiene. Los rascacielos brotan como hongos. En las atestadas calles, las bicicletas se abren paso entre los BMW. En la zona este de Pekín, cerca de una estación de autobuses y un mercado, está el pequeño estudio de 8&8 Architects, perteneciente a los hermanos venezolanos Victor y Antonio Ochoa.

Los Ochoa llegaron a China a fines de la década de 1960, cuando su padre, un venezolano maoísta, trabajaba para Xinjua, la agencia oficial de noticias china. La familia vivía moviéndose entre China y Venezuela. Víctor, el mayor de los hermanos, aprendió mandarín y estudió en la Universidad de Tsinghua. Se matriculó en en 1976, un año turbulento en el que murió Mao y hubo una lucha por el poder que llevó a la mezcla de comunismo y economía de mercado de hoy.

Mientras maneja hacia un restaurante por la noche, en medio del tráfico que congestiona las iluminadas calles, Antonio habla de los cambios que ha visto desde que se unió a su hermano a principios de la década de los años 1990.

"Pekín cerraba a las 7 p.m. Se trabajaba seis días a la semana, pero después las autoridades dieron libre el sábado, principalmente para estimular el consumo", dice Antonio. "Al principio, la gente no sabía qué hacer. Seguían yendo al trabajo el sábado y se sentaban a jugar cartas".

Ahora hay un auge en el que todos quieren participar, y ese auge, dice Víctor, también ha cambiado la arquitectura. "En China no se hacían buenos edificios desde hace 50 años", afirma. "Ahora, por fin, podemos costearlos [y] todo el mundo quiere tenerlos".

Hasta 1985, explica Victor, la estética comunista "era mortal para la arquitectura". Había muy pocos arquitectos. El gobierno, que mantenía una economía de guerra, costeaba edificios básicos y mal diseñados que se podían reproducir hasta el infinito. La arquitectura sólo tenía que ver con metros cuadrados, ladrillos, argamasa y matemáticas. Pero la arquitectura, comenta, también debe estar relacionada con la sicología, la cultura y el alma. "Me consideraban alguien distinto, quizá alguien a quien había que tolerar", relata.

Más de dos décadas después, la actitud es todavía la misma. "Conocí...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT