Uruguay plantó su crecimiento: el país sudamericano apostó a diversificar su economía y encontró en el sector forestal y la logística óptimas alternativas de crecimiento.

AuthorStewart, Diego

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Lejos está en la memoria de los uruguayos la severa crisis económica y financiera que enfrentó el país tan sólo 13 años atrás. En el año 2002, el índice del desempleo trepaba casi al 20 por ciento, la pobreza afectaba al 39 por ciento de la población y las exportaciones estaban por debajo de los US$2.000 millones al año.

Hoy, Uruguay presenta un desempleo del 6,6 por ciento, un índice de pobreza del 12,4 por ciento--el más bajo de Latinoamérica--y exportaciones cinco veces superiores a las de principios de la década de 2.000.

Uruguay vivió 12 años consecutivos de crecimiento económico, con un promedio de 5,4 por ciento anual. Esta expansión vino acompañada de un crecimiento del PIB per cápita que pasó de US$4.089 en 2002 a casi US$16.300 en 2013, de acuerdo a datos del Banco Mundial.

El crecimiento de la economía uruguaya se vio claramente reflejado en el incremento de la actividad portuaria, lo que, a su vez, requirió de inversiones en las terminales marítimas para acompañar esa expansión.

El puerto de Montevideo movió en el año 2014 un total de 472.647 contenedores, más del doble de lo que movilizó en el año 2002. "Somos un reflejo de la economía del país", dijo a Latin Trade el Ing. Alberto Díaz, presidente del Puerto de Montevideo.

En los últimos siete años la inversión en infraestructura en la principal terminal marítima rondó los US$280 millones. En dicho período, por medio de la concesión a privados o con dinero público, se inauguraron una nueva terminal de contenedores, un muelle multioperador y multipropósito y la terminal granelera.

"Aún hay inversiones proyectadas que rondan los US$90 millones y que apuntan fundamentalmente a la construcción de una terminal pesquera especializada para captar la pesca internacional del Atlántico sur", dijo Díaz.

Pero en estos últimos años no todo fue viento en popa para el puerto de Montevideo. Un 60 por ciento de la actividad de la terminal rioplatense es el trasbordo hacia otros países y Argentina era el principal cliente. La decisión del gobierno presidido por Cristina Fernández de Kirchner de prohibir los transbordos de mercadería argentina en puertos uruguayos fue un duro golpe para la terminal marítima de Montevideo, histórica rival de Buenos Aires. La medida golpeaba directo al principal negocio del puerto uruguayo.

Según un informe del Instituto Nacional de Logística (Inalog), en los primeros seis meses del año 2014 la terminal montevideana registró una caída de 96 por...

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