El Tigre; Emilio Azcárraga y su imperio Televisa.

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La vida de emilio azcárraga milmo, para muchos el empresario mexicano más importante, es más poderosa que las edulcoradas telenovelas con que cimentó el éxito comercial de Televisa. Hijo de Emilio Azcárraga Vidaurreta, el rey de la radio mexicana, Azcárraga Milmo estudió en un colegio militar norteamericano, donde no se graduó, se inició en los negocios vendiendo la Enciclopedia Británica de puerta en puerta, y se casó muy joven con una joven de la alta sociedad, María Regina Shondube Almada, a la que todos conocían como Gina. La muerte de Gina al poco tiempo de casada cambió para siempre la vida y el carácter de Emilio. De joven más bien apacible, se transformó en un empresario decidido a crear un imperio. Tuvo cuatro esposas y numerosas amantes.

En El Tigre; Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, los autores Claudia Fernández y Andrew Paxman, periodistas de profesión, vuelcan una investigación de cinco años sobre la vida del difunto emperador de la televisión mexicana. En ese período, los autores entrevistaron a cientos de personas que conocieron al magnate y a muchos que tuvieron una relación cercana con él.

El padre de Azcárraga Milmo ostentaba el apodo de "el León"; al hijo lo llamaban "el Tigre". ¿De dónde surgió el mote? Algunos dicen que por la franja de cabello canoso que se peinada hacia atrás. Otros aseguran que era por su hábito de lanzarse inmediatamente sobre el negocio que deseaba. Y aún otros señalan que era por la forma despótica con que trataba a sus empleados. En realidad, explican los autores, el apodo surgió en una borrachera, cuando Azcárraga accidentalmente le rasgó el traje a un amigo.

Durante toda su vida empresarial, el Tigre fue blanco de numerosas críticas en México y fuera de México. Se denunció su alianza con el todopoderoso partido de gobierno, el PRI, y la conversión de la cadena Televisa en una especie de secretaría de relaciones públicas del Estado. Se combatió el efecto de anquilosamiento social buscado por la programación impuesta por Azcárraga y en especial por las telenovelas, que se han convertido en la carta de presentación de la emisora mexicana en todo el mundo pero que también inculcaban la conservación del viejo orden jerárquico de la sociedad mexicana. Una observación somera de las telenovelas demuestra, efectivamente, que las heroínas siempre son blancas y rubias, aunque sean pobres, que la riqueza (es decir, la felicidad) no la alcanzan por su esfuerzo personal sino porque son elegidas por...