Telmex: el pulpo: el legado de Carlos Slim se está sintiendo en todo el hemisferio.

AuthorKepp, Michael

Después del exitoso proceso de expansión internacional de Teléfonos de México (Telmex), el millonario mexicano Carlos Slim Helú parece haber escogido el mejor momento para delegar el manejo de la empresa a sus herederos.

A finales de abril, una semana después de que la compañía comprara al carrier de larga distancia brasileño Embratel Participações y a otras dos operadoras sudamericanas más pequeñas, Slim cedió el control de Telmex, el principal operador de líneas fijas en México, a su hijo Carlos Slim Domit. Telmex, junto con América Móvil, una operadora celular controlada por Slim, ya es dueña de operaciones en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala, Perú y Venezuela.

Embratel parece ser la pieza que le faltaba a Telmex para disputarle el liderazgo en la región a la española Telefónica. A finales de abril, Telmex pagó US$111.5 millones por el control de Techtel, una compañía argentina de transmisión de datos, y compró, por una cifra no revelada, el 40% de Chilesat, la tercera operadora de larga distancia de Chile. Slim también es dueño de una tajada de Global Crossing, la compañía de cables submarinos de fibra óptica.

Pero la compra de Embratel, que pertenecía a MCI de EE.UU., y que reportó ventas de US$654 millones durante el primer trimestre de 2004, es la pieza clave en los planes de Telmex para expandirse fuera de México. También fue el paso más difícil de dar.

Las primeras señales de que el negocio brasileño podría resultar contencioso aparecieron el 15 de marzo, cuando Telmex venció a otros postores, incluyendo a Calais, un consorcio de los tres operadores de líneas telefónicas fijas en Brasil--Brasil Telecom, perteneciente a Telecom Italia y al fondo de inversiones Opportunity, una unidad brasileña de Telefónica de España y Telemar Norte Leste--con Geodex, una firma de telecomunicaciones brasileña.

Calais había ofrecido US$550 millones por Embratel, pero MCI prefirió a Telmex, con su oferta de US$360 millones, que eventualmente elevó a US$400 millones. La razón es que la oferta de Calais enfrentaría enormes obstáculos, dado que Anatel, el regulador de telecomunicaciones de Brasil, les prohíbe a las compañías de telefonía fija comprarse las concesiones mutuamente.

Sin embargo, a finales de marzo, Calais desafió la decisión de MCI en una corte de Nueva York. "Objetamos la decisión porque ofrecimos US$190 millones más de lo que ofreció Telmex, y porque no...

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