EL 'SUPERJUEZ'.

AuthorBustos, Sergio R.
PositionBaltazar Garz

Al ordenar el arresto de Augusto Pinochet, el juez español Baltasar Garzón ha hecho de la violación de los derechos humanos un delito universal

BALTASAR GARZON NO ES AJENO A LA CONTROVERSIA.

Garzón, un juez de 43 años de Andalucía, llegó a los titulares nacionales cuando descubrió pruebas de que el gobierno del ex presidente Felipe González había creado escuadrones de la muerte para eliminar a miembros del grupo separatista ETA. Su campaña incansable de diez años concluyó con el arresto y la condena el año pasado de un ex jefe de los aparatos de seguridad españoles y un ex ministro del gobierno.

En su decidida búsqueda de la verdad a lo largo de los años, Garzón ha batallado contra funcionarios de gobierno, narcotraficantes y la ETA. A los 33 años se convirtió en uno de los letrados más jóvenes de la Audiencia Nacional. Su fuerte voluntad de resolver los casos más controversiales del país le ha ganado el mote de 'Superjuez'.

Pero nada le ha ganado más atención a Garzón (buena y mala) que su decisión de encausar al ex dictador chileno Augusto Pinochet bajo acusaciones de tortura y asesinato de ciudadanos españoles.

Los defensores de los derechos humanos aplauden su valor, y el gobierno chileno y los partidarios de Pinochet rechazan sus tácticas. Pero no se puede negar que la decisión de Garzón de establecer un caso contra Pinochet ha vuelto a caldear un debate internacional para que los dictadores de todas las latitudes respondan por sus atrocidades. "El arresto de Pinochet es una advertencia para los que piensan que las fronteras de sus países los pueden salvar de cualquier juez", afirmó el respetado diario español El País días después del arresto de Pinochet.

Es curioso que el caso contra Pinochet no comenzó con una investigación directa de las actividades de su gobierno entre 1973 y 1990. En su lugar, Garzón y su colega, Manuel García Castellón, encontraron pruebas que vinculaban a Chile con la llamada guerra sucia de Argentina.

Los dos jueces determinaron que cientos de ciudadanos españoles fueron detenidos por soldados argentinos y entregados a la policía secreta chilena, la DINA, y supuestamente perecieron a manos de oficiales de esa entidad tras ser torturados.

Garzón trató de entrevistar a Pinochet, pero no logró la cooperación de las autoridades chilenas. Se dice...

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