¿Semillas de destrucción? La política es la clave para comprender la complejidad de los recientes cambios en la producción agropecuaria argentina.

AuthorHaskel, David

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

En la mayoría de los países, las exportaciones agrícolas están atadas a los precios internacionales y la demanda, a patrones climatológicos y consideraciones sanitarias. En Argentina esos factores también están presentes pero ocupan un segundo lugar ante otros tales como la política, las reservas del país en moneda extranjera y la inflación. Y ello tiene un costo.

En el 2009, el país era el cuarto exportador mundial de came detrás de Brasil, Australia y Estados Unidos, con 621.000 toneladas. Este año, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda), será el décimo, con sólo 220.000 toneladas. Incluso países vecinos con menor PIB como Uruguay y Paraguay ahora venden más carne.

Hace unos años una sequía de grandes proporciones afectó severamente a la ganadería, pero ahora productores y analistas responsabilizan a las políticas gubernamentales desordenadas de la mayor parte de sus pesares. Estos incluyen una prohibición de exportación de came por 180 días en el 2006 así como las actuales cuotas de exportación, los elevados impuestos a las ventas externas y otras medidas destinadas a obligar a los productores a vender en el mercado local para mantener los precios bajos y apuntalar así la lucha contra la inflación, que muchos economistas estiman alcanzará el 30 por ciento este año.

Pero este manejo de mano dura generó una respuesta contraproducente: muchos productores se volcaron al cultivo de soja. Como resultado, la producción de carne se desplomó y escalaron los precios en el mercado interno. Los argentinos son los mayores consumidores de came del mundo con lo que los precios en el supermercado tienen un impacto importante en el índice de costo de vida.

En este escenario, las perspectivas del corto plazo se ven sombrías. "Cualquier proceso de recuperación necesita reglas de juego claras, una economía estable e incentivos para que los productores puedan hacer inversiones de largo plazo, y todo eso falta", dijo a Latin Trade, Alfredo Robles, director ejecutivo de Carbap, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, entidad que agrupa a productores.

El comercio de granos también está afectado aunque por lo menos en el caso de la soja --oleaginosa de la cual Argentina es el tercer exportador mundial detrás de Brasil y Estados Unidos--las perspectivas parecen mejores.

Con aranceles a las exportaciones de soja del 35 por ciento, el producto no es sólo el principal generador de divisas para...

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