La secuela de los rehenes en Perú.

AuthorBowen, Sally
PositionEl efecto positivo y negativo a la econom

Lima--La toma de la residencia del embajador japonés en esta capital en diciembre pasado, donde estaban reunidos cientos de personalidades que inicialmente fueron tomadas como rehenes, fue una sorpresa absoluta y total. Lejos de su territorio en la remota selva del Alto Huallaga, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) hizo erupción en la capital del que hace poco se había convertido en uno de los mercados emergentes más dinámicos y abiertos de América Latina.

Muchos consideraban al MRTA una fuerza caduca. Su líder fundador, Víctor Polay, fue arrestado y condenado a cadena perpetua en 1992, pocos meses antes que la captura del aún más notorio Abimael Guzmán pusiera freno a las actividades barbáricas de Sendero Luminoso, guerrilla peruana de corte maoísta.

El presidente Alberto Fujimori proclamó la desaparición del terrorismo en Perú. Y los inversionistas le creyeron. La Bolsa de Lima despegó, convirtiéndose en uno de los mercados bursátiles más rentables de 1993; destacadas compañías internacionales se apresuraron a adquirir empresas estatales en el programa de privatización más enérgico y generalizado de la región, y los gigantes de minería y petróleo se dedicaron a buscar concesiones para ayudar a Perú a desarrollar sus grandes riquezas naturales.

Pero incluso antes de la toma de la residencia, el agudo enfriamiento que registró la economía peruana el año pasado --el crecimiento del PIB bajó a casi el 2%-- había hecho que los inversionistas se preguntaran si la luna de miel había llegado a su fin. Los banqueros de inversión y corredores bursátiles revisaron varias veces a la baja sus eufóricos pronósticos en materia de rendimiento de las inversiones. También se plantearon dudas sobre el futuro político del presidente Fujimori: los pasos dados para "reinterpretar" la Constitución para permitirle postularse a una segunda reelección en el 2000 fueron contraproducentes y su extraordinaria popularidad comenzó a menguar.

Aunque la oposición política y los medios de comunicación peruanos declararon una tregua a los ataques contra Fujimori mientras dure la crisis de los rehenes, los analistas concuerdan en que el precio político final será elevado. El tan alabado profesionalismo de los asesores más cercanos del presidente en las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia ha sufrido un enorme golpe a manos de un pequeño grupo de guerrilleros, en su mayoría adolescentes, y el caótico manejo de la crisis por parte de la policía subrayó...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT