Una potencia sin rival: Braskem, de Brasil, debe crecer, pero sus clientes y el gobierno quieren competencia.

AuthorKepp, Michael

Braskem, el mayor grupo petroquímico de Brasil, nació en agosto de 2002, parte de un retrasado plan de privatización que en aquel momento se anunció como la reestructuración del sector para enfrentar la competencia internacional.

Ahora el gobierno brasileño busca más fusiones con vistas a crear un segundo grupo que compita con Braskem, que declaró US$158 millones en ganancias netas sobre US$1,490 millones en ingresos netos en la primera mitad de 2003. Irónicamente, el gobierno espera que la estatal Petrobras genere fusiones comprando en el sector, aunque Petrobras propició las fusiones que dieron lugar a Braskem --fusiones que aún encaran la aprobación de las autoridades antimonopólicas-- al vender varios activos petroquímicos.

"Queremos una reestructuración que genere como máximo dos, no tres, grandes grupos petroquímicos", afirma Mauricio Lemos, director industrial del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), a cargo de coordinar y financiar la reestructuración del sector. "Petrobras será un factor importante, quizá decisivo, de esta reestructuración".

A principios de los años 90, Petrobras vendió sus intereses minoritarios en varias firmas petroquímicas de refinación y comercialización. En 2001, los grupos Odebrecht y Mariani compraron en US$314 millones el control de Copene, el mayor cracker del país, que convierte nafta en productos intermedios que más tarde se transforman en productos como bolsas plásticas. Odebrecht y Mariani trasladaron a Copene todos sus activos de refinación y comercialización en el complejo petroquímico de Camacari, en el estado de Bahía, donde está Copene.

Odebrecht y Mariani crearon entonces Braskem, una tenedora de sus intereses en Copene y Camacari, para reducir costos. Según ejecutivos de Braskem, la firma ha ahorrado US$80 millones y espera ahorrar otros US$110 millones para fines de 2004.

El sector petroquímico de Brasil necesita otra gran empresa para ser más competitivo, afirman los analistas. Cómo sucederá eso es otra cuestión. Los importadores extranjeros sufren porque la ineficiente infraestructura de importación de Brasil --burocracia aduanal, aranceles y congestionamiento de los puertos-- hace aumentar sus costos. Dow Chemical de Argentina, que produce polietileno de bajo costo y que exporta productos baratos a Brasil gracias a acuerdos comerciales, ha logrado competir con Braskem.

Pero Dow Argentina sola no es suficiente. De manera que Petrobras regresó al negocio petroquímico al...

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