En plena revolución.

AuthorEpstein, Jack
PositionInternet, an

DE REGRESO EN MI VIEJA OFICINA de Río de Janeiro, tuve la vaga sensación de que me estaba perdiendo algo con mi módem de baja velocidad y mis programas informáticos de principios de los 80. Mi equipo encaja bien con el estado de la revolución de la Internet en Brasil. Pero un inminente traslado a mi nueva casa en el corazón de esa revolución (el Silicon Valley, en California) me hizo temer que iba a tener que esforzarme para ponerme al día.

De todas formas nada podía prepararme para la sorpresa de ver a qué distancia está Latinoamérica de la nueva cultura de la Web, supuestamente mundial.

Desde que mi familia y yo llegamos a California, he pasado varias semanas maravillado con la ubicuidad de la Internet. La mayoría de los carteles en las autopistas tienen una dirección de la Web. Los estudiantes de primaria dan a presidentes ejecutivos de visita en la escuela indicaciones sobre nuevas empresas en la Internet. En el norte de California se vende un helado llamado Computer Chip. Toda la gente del Valle paga sus cuentas, se consultan con el médico, comprar autos en subastas cibernéticas y leen su correo electrónico en computadoras portátiles mientras viajan en Yahoo Taxis.

Aunque Silicon Valley es un lugar único, su influencia llega a toda Norteamérica. Según Nua Internet Surveys, un grupo de Dublín que estudia la Internet, en todo el mundo hay 201 millones de usuarios. Más de la mitad son consumidores estadounidenses y canadienses que también gastan un estimado de US$18.000 millones en comercio electrónico.

En cambio, sólo el 3% de todos los usuarios de Internet, unos 5,2 millones, son latinoamericanos. Este año se calcula que gastarán solamente US$200 millones en ventas en línea. Como sólo un quinto de las computadoras personales en América Latina están conectadas a la Internet, Nua dice que la región es "una de las grandes fronteras en línea".

Las investigaciones de Nua muestran que incluso Argentina, que tiene el nivel más alto de instrucción, ingresos y clase media de América Latina, así como un extenso sistema telefónico, tiene muy pocos ciudadanos en línea: sólo 250.000 usuarios, el 0,65% de los 34 millones de argentinos.

Aunque las naciones latinoamericanas han dado pasos agigantados en la modernización de sus economías, el comercio electrónico sigue en una etapa rudimentaria, excepto en Brasil, donde se hacen casi todas las ventas en línea de la región.

La mayoría de los gobiernos latinoamericanos han...

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