Pechuga, por favor.

AuthorRyzenberg, Jesica
PositionClase Ejecutiva

Quizá los argentinos no tarden en recibir la invasión de Hooters, cadena norteamericana de restaurantes célebre por la cerveza, las alas de pollo y los escotes pronunciados. Sin embargo, los inversionistas porteños dicen que apuntan al mercado de la familia.

En Estados Unidos, las camareras de Hooters se visten con blusas apretadas y shorts para atraer a una clientela masculina. Y aunque el símbolo de Hooters es una lechuza, el nombre también se refiere, en el argot popular norteamericano, a los pechos femeninos. Los inversionistas argentinos dicen que las camareras de Hooters lucirán el provocativo atuendo, pero que los restaurantes serán diferentes.

"Los que visitan Hooters en Argentina son 60% hombres y 40% mujeres, mientras que en Estados Unidos es 90% hombres y 10% mujeres. Además, recibimos muchas familias y niños", dice Angel Riveira, director de operaciones de Chicken Wings S.A., la compañia que abrió el primer Hooters en Buenos Aires, en 1999.

Para atraer a las familias, el Hooters argentino tiene ofertas de Kids Club los fines de semana y celebra cumpleaños de niños. Hace poco lanzó una campaña publicitaria dirigida a los turistas.

Riveira sueña con una cadena que se extienda hasta la punta meridional del país, Ushuaia, pero dice que Chicken Wings planeará la expansión con cautela, teniendo en cuenta el clima económico actual. El plan surge en momentos en que cadenas norteamericanas como Wendy's y McDonald's cierran restaurantes en América Latina, pero un asesor especializado en franquicias en la región aprueba la idea...

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