Opción ardiente.

• Author: Colitt, Raymond
• Position: Preocupaciones ambientales obstaculizan ventas de innovadora alternativa al carb

Venezuela vende su innovadora alternativa al carbón, la orimulsión, pero las preocupaciones ambientales obstaculizan las ventas.

Bajo el asfixiante calor del gran llano de la Franja del Orinoco, unos 460 kilómetros al sureste de Caracas, nadie sospecha que debajo del árido suelo arcilloso yacen las mayores reservas probadas de hidrocarburos del mundo.

Aunque demasiado pesadas para procesarlas como el petróleo convencional, los expertos venezolanos dedicaron muchos años a buscar la forma de aprovecharlas. La solución llegó en los años 80, cuando los científicos de la petrolera estatal PDVSA crearon la orimulsión. A primera vista no es más que una mezcla simple de bitumen (una sustancia similar al alquitrán) y agua. Pero en realidad, el combustible patentado para calderas, producido y vendido por Bitor, filial de PDVSA, compite perfectamente con el carbón en costo y valor energético. Con reservas de bitumen de 40.000 millones de toneladas, la orimulsión podría abastecer el consumo de combustible de China al nivel actual durante tres siglos.

Pero mientras sus defensores venezolanos lo llaman el combustible del cielo, otros dicen que es el combustible del infierno, porque alegan que contarnina el aire. Según Bitor, las organizaciones ambientalistas, respaldadas por la industria del carbón ante el temor de perder participación de mercado, lanzaron feroces campañas contra la orimulsión. La orimulsión emite más dióxido de azufre que el combustóleo, pero afirma que los filtros pueden atrapar casi todos esos gases.

Uno de los mayores reveses ocurrió el año pasado cuando National Power, de Gran Bretaña, suspendió los planes de usar cuatro millones de toneladas de orimulsión al año en una electrogeneradora del sur de Gales tras la decisión de repetir una investigación pública del proyecto, que lo retrasaba dos o tres años. Otras dos plantas británicas también han detenido la importación de orimulsión.

En un intento por superar la oposición, Bitor ha lanzado una gran campaña de concientización y mercadeo. Incluso coordinó un derrame simulado de orimulsión en un tanquero, aunque lo hizo en las tranquilas aguas del Caribe, para demostrar a los ambientalistas que limpiar un derrame de orimulsión en alta mar es más fácil que limpiar uno de petróleo crudo.

Lo que PDVSA no revela es el costo de producir o mercadear la orimulsión. Bitor alega que, a diferencia del combustóleo, su precio rrúnorista se mantendrá estable en la próxima década, en franca...