Olor a podrido: ?tiene la culpa el libre mercado? No, los problemas de Argentina se originan en la corrupcion.

AuthorEpstein, Jack
PositionEso Dicen

Días después que el gobierno argentino optó por el peso, Abel Edreira, vendedor de equipos agrícolas, meditaba, sentado en su oficina de Rosario. Mientras los analistas conjeturaban sobre el fracaso del libre mercado, la conclusión de Edreira era más simple. "Tenemos que sacar a todos esos ladrones del Senado, el Congreso y el Tribunal Supremo, donde llevan años robándonos", me dijo.

Aparte de pensar, Edreira no tiene mucho que hacer. No ha vendido un tractor en tres meses. Se la pasa en su oficina o debatiendo con otros argentinos que concuerdan en que la corrupción es la causa de la crisis.

"Mientras los analistas hablan de ideología, el problema fundamental es la elite política y empresarial que se ha adueñado del Estado", afirma Luis Moreno Ocampo, presidente de Transparencia Internacional en Latinoamérica. "Argentina sufre de un capitalismo basado en el concepto del amiguismo".

Argentina recibió una calificación de 3.5, sobre 10 en el índice de corrupción de Transparencia Internacional en 2001. Sólo Guatemala, Venezuela, Ecuador y Bolivia quedaron más abajo. Chile recibió la mayor puntuación en América Latina, con 7.5, Estados Unidos alcanzó 7.6 y Finlandia tuvo la mejor nota: 9.9 puntos.

Los funcionarios ladrones le cuestan a los latinoamericanos y a sus negocios miles de millones al año. Los políticos y los burócratas corruptos también impiden el crecimiento económico al saquear fondos para el desarrollo o hacer negocios con sus compinches. Ahuyentan la inversión extranjera directa al exigir sobornos.

El sistema político de Argentina alienta esos acuerdos tenebrosos. Los congresistas son elegidos por designación del partido, de manera que deben su lealtad a los líderes partidistas, no a los votantes. Entretanto, los gobernadores de las provincias dependen del gobierno federal para recibir el grueso de sus ingresos, dinero que pasan a privilegiados. Los líderes sindicales, que controlan miles de millones en contribuciones de los miembros, hacen pactos ocultos con los patrones para congelar aumentos de salario y prestaciones. Casi todo el mundo engaña al fisco. Reina la impunidad.

La corrupción en Argentina alcanzó su apogeo actual durante la presidencia de Menem. El líder peronista fue aclamado por detener la hiperinflación e...

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