Ojo avizor.

AuthorPoole, Claire
PositionTT: Vigilant eye.

Orbcomm ofrece una forma más económica de supervisar los cargamentos en América Latina.

Seguirle la pista a los envíos mediante sistemas satelitales no es nuevo en América Latina. Desde hace varios años, las compañías usan sistemas de posicionamiento global (GPS) para recoger información como la ubicación de la carga y si un contenedor en cuestión ha sido abierto. Pero el costo era prohibitivo: de US$2.000 a US$3.000, y eso sólo por la unidad de rastreo, sin contar el tiempo de uso del satélite.

Orbcomm, una asociación con sede en Virginia formada por Orbital Sciences Corp. y Teleglobe, ofrece lo que considera una forma más económica de rastrear cargamentos en América Latina. Al colocar un dispositivo del tamaño de un casete de video en un camión, barco o contenedor, Orbcomm puede informar a las compañías de envíos dónde está su carga y si está abierta o cerrada. El costo de la unidad oscila entre US$150 y US$500, y el uso del satélite cuesta unos pocos centavos por mensaje.

El sistema cuesta menos porque sus satélites, ubicados a 820 kilómetros de altura, están mucho más cerca de la superficie de la Tierra que los satélites geoestacionarios, que tienen una órbita mucho más elevada. Por lo tanto, los receptores colocados en los camiones y en la carga requieren menos corriente eléctrica para transmitir información, lo que reduce el costo del servicio.

El tamaño y la eficiencia de estos dispositivos --fabricados por compañías como Panasonic, Stellar, Magellan y Scientific Atlanta-- también es conveniente. "Por ejemplo, se puede dejar un remolque o un contenedor en la propiedad de un cliente, con una pequeña batería para transmitir quizá un mensaje al día", dice el argentino Eduardo Lentz, director regional de Orbcomm para América Latina. "Con otro sistema no se podría hacer eso porque hace falta un generador".

La compañía comenzó a ofrecer el servicio poco después de lanzar el primero de 35 satélites en 1995. El año siguiente, la empresa contrató a Lentz, veterano en ventas de telecomunicaciones, para desarrollar el negocio en América Latina. Para eso fue necesario buscar licenciatarios no sólo para vender el servicio, sino para proporcionar también personal de tierra. "Fue difícil encontrar socios con el dinero y la voluntad necesarios", dice Lentz, que al final consiguió cuatro compañías para ocuparse de distintas zonas de América Latina y el Caribe e iniciar el servicio a fines de 1998.

Usos diversos. Aunque Lentz no revela el monto de las...

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