Nuevo y emocionante.

• Author: Ogier, Thierry
• Position: Mercadeo a trav

General Motors acelera el comercio electrónico en Brasil con el subcompacto Celta.

María Cristina Criscuolo recibió el año pasado de su esposo un inesperado regalo de Navidad: el auto que tanto deseaba. Pero dice que se sintió aún más impresionada cuando descubrió que lo había comprado en línea.

"Me sorprendió. Es muy meticuloso. No se deja engañar", comentó. Su esposo, Ben Hur Criscuolo, también quedó impresionado con la experiencia. "Es completamente nuevo, y es muy emocionante", explica.

Criscuolo, consultor de tecnología de la empresa alemana de productos químicos BASF en Sao Paulo, ha comprado libros y CD en websites brasileño. Pero esta era una compra mucho mayor.

"Vi un anuncio en la tele... Decía que este modelo se presentaba exclusivamente en Internet, así que me conecté", relata. "Seleccioné el color y las opciones. Llené el formulario y pagué 1.000 reales [US$470] de depósito con mi tarjeta de crédito. Me dieron un recibo y una contraseña. Entonces escogí el concesionario donde me entregarían el auto en 10 días". El proceso no demoró más de 10 minutos.

General Motors ha sido un pionero en el comercio electrónico en Brasil. El mayor fabricante de autos del mundo planea vender hasta el 80% de su nuevo subcompacto Celta electrónicamente en 2001. Los pequeños autos con motores de un litro se fabrican exclusivamente en la planta de US$650 millones de Rio Grande do Sul. Los primeros meses de promoción en línea han sido prometedores: se vendieron más de 33.500 autos en los seis meses que concluyeron en febrero, el 60% en línea, dice GM. Un Celta cuesta unos US$6.500.

Pero una vez que apagó la computadora, las cosas no le fueron tan fáciles a Criscuolo. Cuando llamó al concesionario para preguntarle sobre el auto, nadie sabía nada de su pedido. Un vendedor le dijo que era imposible comprar un auto en línea. Atemorizado, Criscuolo fue al concesionario. Otro vendedor verificó con la oficina de GM y confirmó que todo estaba bien.

El auto llegó a tiempo, Criscuolo finiquitó el pago con el concesionario y le pudo regalar el auto a su esposa. Criscuolo está complacido con la experiencia, pero abriga sus dudas: "No estoy seguro si me hubiera...