¿No hay alternativa?

AuthorOgier, Thierry
PositionPol

Sao Paulo -Tina, las siglas en inglés de la frase "no hay alternativa", le ganó a la ex premier británica Margaret Thatcher ese apodo combativo. El empresariado brasileño también piensa de manera similar. Al acercarse las elecciones, cualquier cambio en el rumbo de la estrategia se consideraría perjudicial para la economía. Los ejecutivos más bien exigen más de lo mismo.

No creo que haya una alternativa mejor", dice un ejecutivo de una destacada multinacional en Brasil que pidió no ser identificado.

Americo Nesti, presidente de la operación brasileña de la firma norteamericana de logística Ryder, agrega: "La clase de solución que el gobierno de Cardoso busca es un intento de resolver los problemas a largo plazo... Se corre el peligro de que las medidas populistas presentadas por la izquierda parezcan atractivas porque darían un alivio a corto plazo, pero a largo plazo pondrían en peligro el intento de resolver los problemas fundamentales".

Esa visión tiene un gran respaldo en el empresariado, que tradicionalmente ha apoyado vigorosamente el Plan Real lanzado por Fernando Henrique Cardoso en julio de 1994.

"El país ganó credibilidad gracias a la fortaleza de la moneda y a la estabilidad. Esa credibilidad es necesaria para atraer nuevas inversiones", dice Walmir Berger, portavoz de Kodak en Brasil.

Sin embargo, el intento del gobierno por implementar reformas estructurales concebidas para reducir los déficit y modificar el sistema fiscal, se considera insuficiente.

"Tenemos que exigir que el gobierno ponga en práctica los cambios necesarios", dice Berger. Pero el gobierno está renuente a eliminar empleos en un año de elecciones y además ha sufrido una humillante derrota en una cláusula clave de su reforma de las pensiones.

"Nos gustaría que las reformas se materializaran. Pero en vez de eso, se han pospuesto varias veces. Y cada vez que hay un retraso se genera frustración", dice Henrique Ubriq, presidente de DuPont South America, en Sao Paulo. "Pero todavía no...

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