MASA DIGITAL.

AuthorZellner, Mike
PositionTT: Digital maze.

Muchos ejecutivos corren hacia las compañías de Internet en busca de riqueza, independencia y la oportunidad de cambriar el mundo.

"En la vida hay muy pocas oportunidades de trabajar en un proyecto que afectará directamente la vida de la gente y tendrá el mismo impacto de la Revolución Industrial", dice Mariano Dima al explicar su salto de PepsiCo a StarMedia hace un año.

Aunque pueda parecer que Dima está soñando, sus palabras repercuten en el mundo empresarial latinoamericano, donde muchos abandonan grandes empresas para sumarse a la legión cibernética. Como indica la siguiente encuesta de LATIN TRADE entre empresarios de Internet, jóvenes y viejos, hombres y mujeres aman la libertad y a la vez buscan tesoros en el mundo informático y la posibilidad de cambiar el mundo.

Es cierto el número de usuarios de la Internet en América Latina es pequeño, que las compras en línea son escasas y que no hay ganancias. Todos los conversos creen fervientemente que la masa digital de apoyo popular a la Internet en Latinoamérica, incluidas las compras en línea, es inminente.

Creo, creo. Eduardo Adame Goddard, un empresario mexicano de 53 años que dirige la mayor compañía mexicana de software para tiendas en línea, dice: "Es como una religión nueva: al principio la gente duda, pero cuando uno los convence se transforman en creyentes fervorosos".

El credo de este movimiento es: hágalo ahora, antes de que sea demasiado tarde.

Fernando Espuelas, el icono de la Internet en América Latina, es un buen ejemplo. El ex ejecutivo de AT&T, de 33 años, es presidente ejecutivo StarMedia, una empresa en línea que perdió US$46 millones con ventas de US$5 millones en 1998, pero que le pagó más de US$350.000, además de opciones de compra de acciones por valor de casi US$25 millones en aquel momento.

No es de extrañar, pues cuando recibió el llamado de la Web en junio de 1999, Mariano Varela dejó su empleo de 12 años en la agencia publicitaria Leo Burnett en Buenos Aires para hacerse cargo del mercadeo del portal El Sitio International. "Leo Burnett lleva 65 años en el mercado y pensaba que ya tenía planeado mi futuro", dice el ejecutivo de 32 años. "El Sitio me dio la oportunidad de hacer historia, de participar en el nacimiento de la Internet en América Latina".

Varela dice que trabajar en El Sitio es como una inyección de adrenalina. Desde que comenzó allí hace cinco meses, la cantidad de empleados ha crecido de 120 a 300.

Libertad, hermana. Yaz Colón tampoco mira hacia atrás. Era directora de Mondi of America, una firma internacional de moda femenina, antes de convertirse en abril de 1999 en una de las fundadoras de Español.com, con sede en Miami que vende libros, perfumes y muchos artículos más. "Cuando ocupé la presidencia [de Mondi] decidí que mi próximo paso sería formar mi compañía", dice la ejecutiva de 41 años. "Entonces se dio Español.com, y decidí que era mi oportunidad".

Lo mismo le ocurrió a Eduardo Adame Goddard en Ciudad de México. Adame asesoraba a empresas e instituciones financieras en programas de banca electrónica cuando comprendió que podía tener su negocio propio. "Mi experiencia en la banca electrónica me convenció de que len México] se podía hacer comercio electrónico", dice al relatar cómo a mediados de la década de los 90 él y sus tres hermanos fundaron Tecnofin, empresa que crea software para tiendas en línea.

Al principio, Adame y sus socios no se fijaron un salario, sino que siguieron ganándose la vida como asesores. Pero tras inversiones de US$2 millones en la empresa, Tecnofin muestra señales de convertirse en un negocio lucrativo.

El personal de Tecnofin ha crecido de cuatro empleados a 30 y la compañía ha creado 52 tiendas virtuales que venden diversos productos: muebles para el hogar, obras de artesanía, relojes Swatch, equipos electrónicos Philips, etc. En México sólo hay unos 60 o 70 websites de comercio electrónico, y Adame está convencido de que el auge está a la vuelta de la esquina. "Este es el año del nacimiento del comercio electrónico en México", dice. Mientras Adame piensa que el mercado electrónico por fin madura, el brasileño Marco Sarti cree exactamente lo contrario. Sarti es un cineasta de 36 años que se fue en 1997 a Florianópolis como editor del website www.matrix.com.br, uno de los mayores de Brasil. Como había oído hablar mucho de la tecnología de la Internet, aceptó con entusiasmo una plaza para editar artículos noticiosos, de deportes y y entretenimiento para el website.

Pero desde el mismo principio, Sarti no se sintió cómodo en el nuevo medio. No es programador y no entendía la jerga de la Internet. Le parecía que no encajaba entre empleados más orientados a la tecnología.

Sueños frustrados. "Había hecho proyectos de CD-ROM pero no dominaba la parte técnica. No sabía html", recuerda. "El lenguaje es complicado y si uno no lo conoce, puede ser muy difícil. Tenía que depender de otros".

Además, se sentía frustrado cuando enviaba imágenes por la Web. "Lo que yo queda hacer era imposible", dice. "Era demasiado lento y no era comercialmente viable. Era demasiado pronto para hacer lo que yo queda".

Sarti ansiaba regresar a la televisión. Señala que a diferencia de la Internet, la televisión tiene una variedad casi ilimitada de colores y sonidos. En 1999, renunció y regresó a Sao Paulo para trabajar como productor y realizador independiente de videos.

A pesar de su experiencia negativa, Sarti no ha perdido la fe en la Internet. Es más, dice que regresará cuando la tecnología mejore. "Cuando la televisión se pueda transmitir rápidamente a través de la Internet, harán falta técnicos como yo", dice. "Cuando sea comercialmente viable, regresaré".

Muchos brasileños que dan el salto trabajan en publicidad, ventas y mercadeo, con poca o ninguna experiencia en la Internet, dice Evandro Audi, ejecutivo de ventas que recientemente dejó un empleo de ventas en la revista noticiosa Veja para ser gerente de ventas de Real Media.

"Si uno observa a la gente contratada [por las firmas de Internet] verá que son gente de negocios y no técnicos", dice Audi. "Como todo el mundo va a estar en línea, ahora es más importante entender el negocio que saber mucho de tecnología". Habla como un auténtico visionario de la Internet.

--Con colaboración de Ricardo Castillo en Miami, Andrew Downie en Río de Janeiro, Peter Hudson en Buenos Aires y Andrea Mandel-Campbell en la Ciudad de México.

BRASIL

Brasil es el séptimo mercado de la Internet a nivel mundial, según el Computer Industry Almanac. En la primera mitad de 1999, la cantidad de usuarios creció casi una tercera parte a tres millones.

Un gran número de brasileños entra en la Internet gracias a la privatización, que ha facilitado el acceso al sistema telefónico y que ha reducido la tarifa de conexión a unos US$11 al mes. Además, los inversionistas extranjeros buscan oportunidades y la publicidad en la red cibernética se ha disparado de US$13 millones en 1997 a US$100 millones en 1999, según la revista Istoé.

Con esa realidad en mente, grandes empresas como America Online, Microsoft, StarMedia Network y Yahoo llegaron en 1999 para competir con los portales brasileños. Universo Online es todavía el mayor proveedor de servicio con 500.000 usuarios, seguido por Zaz (propiedad de Telefónica de España), con 380.000 suscriptores.

A pesar del auge, no se ha producido un éxodo de ejecutivos de compañías tradicionales a las empresas en línea. Pero los cazatalentos dicen que es sólo cuestión de tiempo.

"En Brasil la tendencia recién comienza",afirma Marcelo Mariaca, presidente y fundador de Mariaca & Associates, una de las mayores firmas de captación de talento de Brasil. "La gente todavía no deja sus empleos para irse a compañías que les ofrecen el 20% menos de lo que ganan ahora, paro tienen el potencial de hacerlos ricos. No obstante, eso sucederá. Brasil es un terreno fértil para la Internet".

La búsqueda de talento continúa y se hace cada vez más en línea. La firma de captación Grupo Cartho llena una de cada cuatro plazas vacantes mediante su página en la Web. Tiene 11.000 hojas de vida en línea y la cifra crece a un ritmo del 10% al mes, dice el presidente de la empresa, Thomas Casey.

WWW.MLAB.COM.BR

Desde cero. La brasileña Beatriz Fortes tenía un trabajo estable, un esposo fabulosamente rico y una legión de ofertas de trabajo que la habrían llevado a Europa, Estados Unidos y varios países latinoamericanos.

Pasaba los fines de semana en un club de la playa de Ipanema y vacacionaba en París. Tenía cocinero, doncella...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT