Marina Silva: la dama verde.

AuthorGuti

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

Para encontrar la enorme fortaleza de Marina Silva hace falta oírla hablar. No hace falta saber, en cambio, que nació en 1958 en Rio Branco, la capital de estado de Acre, limítrofe con Perú. Quizás tampoco saber que de niña vivió en Breu Velho, a 70 kilómetros de Rio Branco, en una plantación donde su padre era recolector de caucho, que fue analfabeta hasta los 16 años, o que sus condiciones de vida le hicieron contraer hepatitis, malaria y leishmaniasis en ese tiempo.

Pero cuando se la oye hablar es fácil entender por qué obtuvo una maestría en psicopedagogía, o por qué fue la congresista más joven de toda la historia de Brasil cuando se posesionó con 36 años, o por qué fue ministra de medio ambiente por cinco años durante el gobierno de Luiz Inácio Lula, o por qué tuvo casi el 20 por ciento de los votos en la elección que llevó a Dilma Rousseff a Planalto. Incluso, por qué, muy posiblemente, sea de nuevo candidata a la presidencia de Brasil en 2014.

Es que la ganadora del Premio de Negocios BRAVO en la categoría de Servicios Distinguidos en el Hemisferio, es la encarnación de una nueva forma de hacer política que fraguó a lo largo de su vida. "Tengo un compromiso con el ideal de la política que la entiende como servicio y no como un proyecto de poder", dice. Pero esa no es una convicción nueva, sino que la forjó y la mantiene desde sus años de cercanía con la Teología de la Liberación de los setenta.

También se ha convertido en la abanderada de la causa del medio ambiente.

"Desde que tenía 17 años militaba por esa causa en los pueblos de la selva, en un proceso muy precoz de vinculación", explicó en entrevista con Latín Trade. Su llegada al Congreso en octubre de 1994 tuvo mucho que ver con el reconocimiento que tenía en la región amazónica por la defensa del ambiente.

Piensa que ser mujer ha sido más un punto favorable que un obstáculo en su carrera política. Nunca percibió la discriminación, aunque reconoce que la hay y que es muy marcada. Su origen familiar puede ser la causa para que no se preocupe por la discriminación. Su padre siempre mostró un profundo respeto por las mujeres. "Oriundo de familia humilde, oía a las mujeres. Consultaba a mi mamá y a mi abuela". Sus abuelas fueron matriarcas y además vivió con cinco hermanas y solo un hermano. "Era un universo femenino. Nunca me sentí disminuida por ser mujer".

"Tengo la certeza de que ser mujer pasó a ser un diferencial positivo porque me involucré en muchas...

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