Llamada al futuro.

AuthorCase, Brendan M.
PositionTelecomunicaciones, M

Muchas firmas de telecomunicaciones invierten millones en México para ofrecer servicio local, pero no todas sobrevivirán.

Jose Cespedes tiene una linea telefonica. Es afortunado: sólo uno de cada once mexicanos tiene teléfono. Pero quiere más. A fin de cuentas, ésta es la era de la Internet. y el ejecutivo de mercadeo de 29 años está en línea. El problema es que no puede navegar mucho tiempo en la World Wide Web sin que alguien en su casa se queje de que lleva largo rato usando el teléfono. "En el trabajo es fácil, pero por la noche quiero entrar en muchas páginas de la Internet", dice Céspedes. "En cuanto podamos, pediremos otra línea".

Teléfonos de México (Telmex), el antiguo monopolio estatal, pone las líneas nuevas pero a un precio elevado: entre US$180 y US$210 cada una y hay que esperar vatios meses para la instalación, sobre todo en las zonas rurales.

Pero hay esperanzas para las personas como Céspedes. A principios de este año, varias empresas ya estarán ofreciendo servicios telefónicos básicos, lo que significa que Telmex no será la única opción para los consumidores en busca de una segunda línea.

La segunda ola de la liberalización de las telecomunicaciones en México ya ha comenzado, y una legión de compañías está lista para saltar al agua. Después de invertir un total de US$1,000 millones en licencias de servicio local para frecuencias, con el fin de ofrecer servicios con la tecnología más avanzada, están preparadas para dar un gran impulso al sector de las telecomunicaciones. "Es un privilegio estar en este negocio en este momento", comenta Rodrigo Sandoval, director de mercadeo de Amaritel, una de las más ambiciosas entre las nuevas empresas de servicio local. "Significa que como vamos a hacer un negocio a partir de cero, tenemos la oportunidad de hacerlo bien y de crear un buen servicio. Y pensamos que el potencial de este mercado es enorme".

México tiene nueve líneas por cada 100 personas, un índice de' penetración bajo aun comparado con el de otros países latinoamericanos. Por ejemplo, Chile y Argentina tienen 20 y Brasil 10. Estados Unidos y Canadá tienen unas 55 líneas por cada 100 personas, según la firma consultora norteamericana Booz, Allen & Hamilton. Aun así, el mercado del servicio local ya tiene un valor de unos US$4.000 millones anuales, más o menos el mismo volumen del mercado de larga distancia, que se desreguló en 1997. Pero a diferencia de lo que ocurre en el sector de la larga distancia, Telmex controla casi todo el mercado del servicio local.

La apertura del mercado de la larga distancia ya es un triunfo para los clientes. Los precios reales han bajado desde principios de 1997 hasta en el 40%. Pero los beneficios de la competencia favorecen más a las empresas y a los clientes particulares de alto nivel económico, es decir, a los que ya tenían teléfono. Las nuevas líneas locales son la clave de la extensión del sector más allá de las fronteras de la elite que ha disfrutado históricamente del servicio...

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