Los límites de la convergencia.

• Author: Hern
• Position: TT: Limits of convergence. - Rese

Este libro es un reto a un concepto extendido: la globalización estimula la convergencia hacia un modelo económico único y, por consiguiente, alienta también la formación de una cultura universal en detrimento de las culturas nacionales. Mauro F. Guillén, profesor adjunto de Administración y Sociología de la Universidad de Pennsylvania, piensa, por el contrario, que la globalización fomenta la diversidad, tanto de modelos económicos como de manifestaciones culturales.

Para apoyar su tesis, Guillén estudia tres países que han emprendido el camino de la modernidad desde distintos puntos de partida: Argentina, Corea del Sur y España. Al hacer una revisión sistemática y comparada de los cambios en estos tres países desde 1950, el autor observa que la competencia en la palestra internacional ha llevado a cada uno a desarrollar y aprovechar sus peculiaridades económicas, sus recursos y sus formas de organización.

En Argentina, nación avanzada en el primer tercio del siglo XX, se produjo un derrumbe debido a que la prosperidad se basaba en un modelo exportador, en este caso de materia prima, con una fuerte dependencia de los mercados extranjeros. Al disminuir la demanda como consecuencia de una crisis mundial, la economía argentina se desplomó. Los gobiernos posteriores ensayaron un modelo estatista, con el peronismo como punto culminante de esa tendencia. La fórmula populista no logró rescatar la economía sino que dio lugar a una inflación galopante que propició el cambio hacia la terapia de choque del libre mercado bajo la presidencia de Carlos Menem. Pero si Menem logró detener la inflación y alcanzar un desempeño macroeconómico respetable, Argentina sigue lejos de la estabilidad, sumida en una crisis y con un alto índice de desempleo.

La historia de Corea del Sur es marcadamente distinta. En este caso, una economía rural y atrasada en 1950 se industrializó gradualmente gracias a la acción de un Estado modernizador que abrió las puertas a la inversión extranjera a la vez que favorecía a los chaebol, grupos empresariales diversificados propiedad de un puñado de familias. La fórmula del Estado como regulador y protector, pero no como patrono, ha dado frutos en la nación asiática, que en la década de 1990 ya se había consolidado como exportadora de automóviles y tecnología.

En cuanto a España, que hasta hace un cuarto de siglo era un país aislado del resto de Europa, la apertura política de la democracia dio también lugar a una apertura económica...