El legado de Lula: lo que quedó por el camino.

• Author: Ogier, Thierry

SAO PAULO -- Kilómetro a kilómetro, los obreros colocan vías en la región del Sertao, en el norte de Brasil para construir la ferrovía Transnordestina que unirá el árido interior con los puertos del Atlántico. Hace tres años, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva reactivó este ambicioso proyecto de transporte y lo convirtió en el centro de su Programa de Aceleración del Crecimiento; pero el proyecto no se completó en el plazo esperado. Ahora, cuando el robusto y popular presidente brasileño se prepara para sus recorridos de cortes de cintas antes de dejar el cargo el año próximo, esta línea de ferrocarril quedará fuera de su itinerario.

Brasil nunca tuvo un presidente que causara, en su propio país y en el escenario mundial, una sensación semejante a la que generó este obrero que no terminó la escuela primaria al que se conoce como Lula. A partir de que el ex obrero siderúrgico ganara la presidencia en el año 2002, el país sudamericano ha surgido como líder global en recursos naturales, como presencia imparable en la diplomacia mundial y como líder económico indiscutible de América Latina. Lula ha proporcionado estabilidad económica y mejoras apreciables en el estándar de vida de 190 millones de brasileños. Sus logros han recibido elogios dentro y fuera de] país, y no parece que esto vaya a cambiar en lo que queda de su período presidencial, hasta enero de 2011.

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No obstante, a pesar de los aplausos dignos de una súper estrella que Lula ha cosechado, la izquierda señala que el presidente no cumplió las promesas progresistas que hizo como candidato por el Partido de los Trabajadores. Muchos en el sector privado dicen que no implementó suficientes cambios en las políticas impositivas, de jubilaciones, trabajo, educación y gastos que formaban parte del programa pro empresario que adoptó. Como la ferrovía Transnordestina, que inaugurará su sucesor, estos asuntos inconclusos también son parte del legado de Lula.

Lula revitalizó a Brasil al mantener las políticas financieras de su predecesor, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, y lograr convertir a la nación en un modelo de estabilidad antes y después de la crisis financiera global. Pero para el ciudadano común, los logros más evidentes han sido el fortalecimiento del mercado interno y la posibilidad de movilidad social ascendente que Lula puso al alcance de millones.

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"Brasil está viviendo un momento verdaderamente extraordinario", expresó Abilio Diniz, presidente de Pão de Açúcar, la mayor cadena minorista de Brasil. Diniz, que fue uno de los primeros ejecutivos brasileños en declarar que el país estaba fuera de peligro durante la crisis financiera, dijo que Lula lo llamó en los peores días para analizar formas de evitar una fuerte caída en el gasto de los consumidores.

Manifestó que el presidente había dicho: "'Abilio, quiero evitar [una situación en] que la gente posponga sus compras por temor a perder sus trabajos o no poder pagar sus créditos'".

"'Necesitamos reemplazar la disminución de la demanda externa con un aumento en el consumo interno' ", dijo Diniz, citando a Lula." 'Necesitamos alentar la demanda de los consumidores' ".

Con un pronóstico de crecimiento económico del 5 por ciento durante este año, el gigante latinoamericano pasó la prueba a nivel global. Consiguió tener una voz más fuerte en los asuntos económicos mundiales y hasta en el G-20, organización integrada por los países industrializados y en desarrollo más importantes del mundo.

Pero el sector privado ha expresado que será difícil superar a esta tasa del 5 por ciento de crecimiento económico debido a que Lula no logró bajar significativamente el alto costo que representa hacer negocios en Brasil, o "Custo Brasil". Por lo general, los empresarios que operan en Brasil se quejan de que no pueden alcanzar todo su potencial porque deben lidiar con el delito, la corrupción, un sistema impositivo y burocrático complicado, una infraestructura deficiente y una...