Inversión en infraestructura en Latinoamérica y el caribe: cuando importa tanto el cuánto, como el cómo, como el quién.

AuthorSerebrisky, Tomás

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No resulta novedoso argumentar que Latinoamérica y el Caribe (ALC) presentan una importante brecha de infraestructura.

De acuerdo a numerosos estudios, cerrar esta brecha requerirá un importante esfuerzo inversor, del orden del 5 por ciento del PIB de la región continuado en el tiempo. En la actualidad, la inversión en infraestructura en Latinoamérica y Caribe se sitúa en un 3 por ciento del PIB Es necesario aclarar que esta brecha no se explica únicamente por la insuficiente dotación de infraestructura de la región, sino igualmente por su baja calidad.

Si comparamos a ALC con otras regiones, como hace el Foro Económico Mundial, observamos que los niveles de calidad percibida de la infraestructura de ALC se sitúan muy por debajo de los de economías avanzadas o economías asiáticas de alto crecimiento.

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En una escala de 1 a 7, para el período 2014-15, la infraestructura en ALC obtiene un valor de 3.5, frente a 5.5 y 4.9 de los países avanzados y aquellos de rápido crecimiento del este de Asia respectivamente.

Además, si comparamos con otras regiones en desarrollo como África Subsahariana observamos cómo mientras en 2006-07 existía una notable diferencia a favor de Latinoamérica y Caribe (2.8 frente a 1.7), en 10 años esta diferencia se ha visto sensiblemente reducida (3.4 frente a 3.2).

En otras palabras, si bien la calidad de la infraestructura en la región mejoró levemente en términos absolutos, en términos relativos aún se encuentra lejos de las regiones con mayor calidad percibida.

Si continúa la tendencia muy pronto ALC será la región con la peor percepción de calidad de su infraestructura en el mundo.

Si este artículo terminase en este punto serviría únicamente de síntesis concisa y twitteable de una situación ya reconocida y analizada con anterioridad por parte de expertos de la región. Mucho se ha hablado sobre el cuánto se debería invertir en infraestructura en la región para cerrar la brecha, pero poco se ha escrito sobre el cómo y, quizás más importante, el quién.

Los altos niveles de inversión en infraestructura en la década de los ochenta descendieron fuertemente en la década siguiente. En ese entonces, se pensó que la oleada de privatizaciones que experimentaba la región compensaría la reducción de la inversión pública. Sin embargo, ello no ocurrió y ALC pasó a una situación con muy baja inversión en infraestructura, tanto pública como privada.

La infraestructura, si bien es reconocida como...

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