La informática al poder.

• Author: Coone, Tim
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Los gobiernos latinoamericanos invierten fuerte en la automatización de sus operaciones

Cometer fraudes en ciertas oficinas del gobierno argentino se ha vuelto difícil en estos días. En México, las autoridades han comenzado a usar un nuevo sistema de información para seguir la pista a los delincuentes. Y en Brasil, la declaración de impuestos es más fácil de supervisar, al igual que las elecciones.

Todo esto se debe a la nueva tecnología. En toda América Latina, los gobiernos automatizan sus operaciones, eliminan montañas de papel, mejoran la productividad de los empleados y los servicios a la población. Brasil, el mayor mercado de tecnología de la región, avanza a todo vapor en la modernización de las principales entidades gubernamentales.

"No debe restarse importancia a este cambio", afirma Fernando Cabral, presidente ejecutivo y fundador de Padráo iX Sistemas Abertos, una compañía de asesoría informática de Brasilia. "Esta es una cultura del papel, nos encantan los papeles y las estampillas".

El gobierno brasileño invierte unos US$12.000 millones anuales en tecnología, cifra que podría aumentar con mucha facilidad, dicen fuentes del sector.

"Lo que [el gobierno federal] ha automatizado es sólo una pequeña fracción de lo que podrían hacer", expresa Cabral, quien piensa que la tecnología informática se extenderá con rapidez en los próximos años.

La empresa de Cabral es el distribuidor exclusivo en Brasil de Dataware Technology, un programa de BRS Search, de Estados Unidos, que funciona en tribunales, ministerios y legislaturas, incluida la Cámara Federal de Diputados.

La Cámara consideró que el sistema informático del Senado federal era demasiado anticuado, y decidió instalar su propio sistema de procesamiento de datos, que entró en funciones a fines del año pasado.

Votación computarizada. Cabral fue también uno de los asesores de la automatización de las elecciones presidenciales y estatales de 1994. Sin embargo, los 100 millones de electores brasileños emitieron sus votos marcando con un lápiz una boleta de papel. Pero, por primera vez, los votos se contaron y se diseminó la información por medios electrónicos.

En las elecciones municipales de octubre del año pasado, los electores participaron por primera vez en unos comicios casi totalmente computarizados. En vez de la boleta normal de papel, casi el 32% de los electores (los que vivían en 57 ciudades con más de 200.000 electores) marcaron los dígitos correspondientes a sus candidatos...