La guerra del oro negro.

AuthorPoole, Claire
PositionM

Pemex y PDVSA compiten con fuerza por convenios con refinerías de Estados Unidos para procesar su crudo y llevarlo al mercado.

Mexico y Venezuela nunca han sido muy buenos amigos, sobre todo en lo tocante al petróleo. Esa situación es más visible, cuando ambos países buscan acuerdos con refinerías de EU para procesar su petróleo y llevarlo al mercado.

Venezuela y México han aumentado la producción en los últimos años. Pero ambos producen una gran cantidad de credo pesado y de alto contenido de azufre, y ninguno tiene la capacidad de procesarlo ni las inversiones necesarias para construir refinerías.

Al comprar o firmar acuerdos de empresa conjunta con refinerías norteamericanas, no sólo hallan una manera de refinar su crudo, también logran un acceso instantáneo al mercado de EU.

"Asegurar una vía de salida para este tipo de crudo facilita el mercadeo", dice Rafael Quijano, socio gerente de Latin American Petroleum Intelligence Services, firma consultora de EU.

Las empresas de energía de EU también ganan. Plagadas por un exceso de capacidad y los bajos precios del petróleo, los refinadores no han generado muchas ganancias últimamente. De modo que al firmar convenios con sus vecinos del sur, estas compañías no sólo consiguen contratos de suministro a largo plazo, sino también nuevas inversiones para mejorar sus plantas.

"Los márgenes han sido muy escasos. Y el capital necesario para el procesamiento supera la capacidad de financiamiento de la mayoría de las empresas", dice Ray Ory, presidente de Vector Associates, consultoría de EU. "Así que estos acuerdos se ven como un mal necesario".

La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) selló uno de los primeros acuerdos de ese tipo en marzo de 1993, cuando concertó con la angloholandesa Shell Oil Co. la propiedad conjunta de su refinería Deer Park. Como parte del trato, Pemex envió 150.000 barriles diarios de crudo pesado a cambio de 45.000 barriles diarios de gasolina sin plomo. En 1995, la planta concluyó un programa de mejoramiento por valor de casi US$1.000 millones. Inicialmente, la mayor parte de la gasolina se enviaba de vuelta a México: ahora se vende en EU.

Shell no hizo comentarios sobre futuros acuerdos de esa clase, pero contempla la posibilidad. "Nuestra empresa conjunta al 50% en la refinería de Deer Park es un triunfo para Shell y para Pemex", comentó Sarah Payne, portavoz de Shell.

Obviamente Pemex quiere hacer más. Sostiene conversaciones con Mobil, de EU, sobre un proyecto conjunto en...

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