El futuro en sus propias manos.

AuthorFranco, Arturo
PositionEl progreso de México

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

La iniciativas en materia de educación justicia y seguridad muestran un nuevo interés de los ciudadanos en la aceleración de los cambios en el país. Opinión.

En la famosa obra de Samuel Beckett, dos personajes, Vladimir y Estragón, esperan eternamente la llegada de un tal Godot. Con esta obra, el premio Nobel irlandés fue epítome de un movimiento literario conocido como "teatro del absurdo", que se hizo popular a mediados del siglo XX. Es absurdo esperar a alguien (o algo) que nunca llega y que tan solo es definido por los personajes como "nada muy específico, una especie de oración [...], una súplica vaga".

Durante la mayor parte del siglo pasado, México tenía un sistema político presidencialista donde la transformación del país y la modernización (como les gustaba llamarla) se producía por decreto del Ejecutivo. Esto terminó en el año 2000, con la transición democrática. Sin embargo, la sodedad mexicana no se ha adaptado completamente a las nuevas libertades políticas y cívicas que ha ganado. Un país acostumbrado a tener poca voz y, mucho menos poder, para influir en el cambio por naturaleza se limita a esperar mejoras en sus condiciones de vida. El gobierno tiene que arreglarlo, opinan muchos.

Al igual que los personajes de Beckett, los mexicanos han esperado años para ver cambios en varios frentes vitales. Les tomó treinta años avanzar en una reforma laboral, casi veinte años para concretar la legislación energética del año pasado y muchos más para que cualquier acción política significativa se diera en el frente de la educación.

Sin embargo, el impacto real de todas estas reformas estructurales aún no se ha visto. Más recientemente, los mexicanos han pedido en vano una acción gubernamental eficaz en materia de seguridad, democracia y respeto por la ley, todas áreas que parecen mantenerse en deterioro, al menos a los ojos del público.

El gobierno no se puede cargar con toda la culpa de la inacción frente a esta "súplica vaga" que exige mejoras que México requiere con urgencia. La población civil se encuentra entre las menos participativas en actividades cívicas, sociales y políticas de América Latina.

De acuerdo con una encuesta nacional sobre la solidaridad y la acción voluntaria producida por Cemefi, México contaba en 2012 con cerca de 200 millones de acciones de voluntariado en el año. Sin embargo, según la Cepal el país tiene una de las poblaciones socialmente menos comprometidas del continente. En las últimas...

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