La protección de vidas futuras: modelos para proteger la biodiversidad: existen y hay que replicarlos.

AuthorJack, Silocon

En una historia que a menudo se repite en Sudamérica. A pesar de lo triste que es, las tribus indígenas del Amazonas continúan perdiendo terreno frente al avance desmedido de los pozos petroleros, leñadores, ganaderos y asentamientos agrícolas, que dejan a esta población vulnerable a la violencia y a la pobreza.

Este ha sido el caso de la tribu de los cofanes. En Ecuador, el rugir de los motores de los helicópteros corporativos y el estruendo de las motosierras y los camiones que van abriendo nuevos caminos, asustaron la fauna del lugar que estos indígenas cazan para alimentarse. Muchos cofanes se volcaron a la bebida, mientras que las mujeres comenzaron a vender baratijas o hasta sus cuerpos. Del otro lado de la frontera con Colombia, los rancheros y las petroleras forzaron a muchos cofanes a sobrevivir cosechando la hoja de la coca, el ingrediente básico para la cocaína.

Pero la historia de los cofanes (hoy subsisten alrededor de 2,600) ha tomado un giro inesperado. El año pasado, el gobierno colombiano adoptó una idea propuesta por la tribu para proteger 25,000 acres (10,117 hectáreas) de plantas que crecen cerca de la zona tradicional, donde habita la tribu, al suroeste de Colombia. Es la primera reserva de plantas medicinales de Latinoamérica.

"Muchos, por no decir la mayoría de los parques nacionales del Amazonas, son diseñados por habitantes de la gran ciudad y por lo general están poco protegidos", explica Mark Plotkin, director del Equipo de Conservación del Amazonas, un grupo de Arlington, Virginia, que contribuyó a la planificación del parque. "Si la gente de la zona que vive en estas selvas tropicales las protege con la colaboración de los gobiernos locales y nacionales, existe mayor probabilidad de que estas selvas queden protegidas a perpetuidad".

El Santuario de Flora "Plantas Medicinales Orito Ingi-Ande", que significa "nuestro territorio" en lengua cofán, es un paso importante, no solo para que los pueblos indígenas puedan continuar sus tradiciones, sino también para que los científicos puedan estudiar las especies vegetales de la selva tropical, que los grupos indígenas vienen utilizando desde hace siglos para tratar enfermedades.

El biólogo de Harvard, Edwin O. Wilson, calcula que la humanidad pierde diariamente 137 especies de plantas, animales e insectos a causa de la deforestación. El National Cancer Institute de EE. UU. calcula que, potencialmente, más de 3,000 plantas pueden actuar sobre las...

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