Al filo del hacha: los taladores de la Amazonia brasilena complacen a los mercados verdes.

• Author: Kepp, Mike

Las operaciones de tala que se extienden a lo largo y ancho de la Amazonia han comenzado a reestructurarse a un costo significativo para poder cumplir normas ambientales más estrictas. Eso se debe a que los consumidores europeos prefieren comprar madera talada según normas que respeten el medio ambiente.

En los próximos cinco años, el número de taladores certificados por el programa ecológico en la Amazonia pudiera aumentar a 50, de cuatro actualmente, y generar hasta el 40% de la madera talada, pronostica el Instituto de Manejo y Certificación Forestal y Agricultura de Brasil. Un total de 15 firmas tienen planeado obtener la certificación en 2002, dice Tasso Azevedo, ingeniero forestal de la entidad.

Si las 15 solicitudes se aprueban, casi el 10% de los 27.8 millones de metros cúbicos de madera que se talan al año en la Amazonia pronto pudieran pasar la prueba ecológica. Hoy, sólo el 1% de la madera dura brasileña está certificada. Se espera que al menos la mitad de los 15 solicitantes sean aprobados en 2002. "La mayor demanda de madera certificada en Europa provocará un aumento significativo en el número de taladores que solicitan la certificación en los próximos cinco años", pronostica Azevedo.

El motor impulsor de esta revolución verde es el dinero. Los consumidores europeos, y en menor medida los estadounidenses, están dispuestos a pagar un 30% más por madera talada según normas ecológicas. La certificación en cuestión la emite el Consejo de Administración Forestal (FSC), entidad sin fines de lucro de Oaxaca, México, que fija las normas ecológicas para el sector de la tala.

"En dos o tres años habrá tanta madera certificada por el FSC en el mercado europeo que la madera no certificada se las verá negras para competir", explica Jorge Almeida, director de relaciones de mercado externo de la firma maderera brasileña Sadiemia Madeiras, que ha solicitado la certificación. "Sabemos que administrar nuestros bosques de manera sustentable garantiza el contar con los recursos necesarios para seguir operando durante mucho tiempo", explica Almeida.

A la vanguardia. Para recibir la certificación, las empresas deben inventariar sus bosques para mostrar que la tala se realizará según un ciclo, por lo general de 25 años, para permitir la regeneración. Sólo se puede cortar un número limitado de árboles y la erosión debe mantenerse en un mínimo. Las empresas también deben invertir en maquinaria adecuada, y costosa, para asegurar que los bosques sean...