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• Author: Labanca, Alejandra

Maria Alice Setúbal es heredera de la familia que creó uno de los mayores grupos financieros de Brasil. Hace cuatro años, Setúbal decidió promover otra tradición familiar al crear una fundación en nombre de su madre para fomentar el desarrollo sustentable en una zona empobrecida de São Paulo.

La Fundação Tide Setúbal es solo una de las fundaciones relacionadas con la familia que estableció el Banco Itaú, la venerable institución de São Paulo conocida como Itaú-Unibanco a partir de una fusión en el 2009. Setúbal dijo que hablar de la obra filantrópica de su finada madre con sus hermanos y escudriñar las viejas fotos de la familia le recordaron que Mathilde "Tide" de Azevedo Setúbal siempre insistía que los privilegios traen consigo responsabilidades.

"En mi familia tenemos la costumbre de trabajar para resolver necesidades sociales, ya fuera con mi padre, cuando era alcalde de São Paulo, o con mi madre, que hacía trabajo social en los barrios pobres de la ciudad en la década de 1970", afirmó Setúbal, quien es la presidenta de la fundación, establecida con fondos de la familia, y cuyo propio trabajo social empezó hace dos décadas.

Setúbal es solo un ejemplo de los filántropos latinoamericanos que quieren usar su fortuna personal para ayudar a resolver problemas sociales. Los expertos dicen que este activismo refleja la manera en la que ha evolucionado la iniciativa privada en Latinoamérica. Anteriormente, se consideraba que los servidos sociales eran del ámbito del Estado, y la caridad social, de la Iglesia Católica Romana. Pero la iniciativa privada se ocupa, cada vez más, de la pobreza y la desigualdad.

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Algunos expertos locales comparan el estado de la filantropía en esa región al de Estados Unidos hace casi un siglo, cuando industriales como Andrew Carnegie y John D. Rockefeller establecieron fundaciones y legados personales.

"Hay una clara tendencia a que los latinoamericanos de dinero reflexionen sobre su responsabilidad social", afirmó Michael Layton, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) en la Ciudad de México, y director de su Proyecto de Filantropía y Sociedad Civil."Es muy difícil no llegar a la conclusión a la que llegaron Carnegie y Rockefeller: que hay que aportar para el bien del prójimo".

Hasta los industriales más acaudalados, algunos de ellos antes poco abiertos a las actividades filantrópicas, están ahora muy involucrados en esfuerzos por retribuir a la sociedad. Detrás de muchos de los esfuerzos filantrópicos del México actual está la mano del acaudalado Carlos Slim Helú, clasificado hoy en día en la revista Forbes como el hombre más rico del mundo.

La Fundación Carlos Slim, del magnate mexicano de las telecomunicaciones, hizo más del 40 por ciento de los donativos formales en México en el 2007, según las últimas cifras oficiales disponibles compiladas por investigadores del ITAM.

Slim, propietario de Teléfonos de México y decenas de otras empresas e intereses dentro y fuera de México, y su primo Alfredo Harp Helú, de Banamex, son las dos fuentes principales de donativos en México.

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