Fiebre de oro.

AuthorBowen, Sally
PositionTT: Gold fever.

Alberto Benavides es el patriarca de la minería en Perú.

De no ser por yanacocha, la mina de oro más importante de Latinoamérica, Buenaventura probablemente hubiera seguido en manos familiares. Pero para ampliar sus operaciones, Alberto Benavides de la Quintana, fundador y fuerza motriz de la empresa durante casi medio siglo, vendió acciones a socios y en el mercado para recaudar fondos. La jugada le salió a pedir de boca: la mina ha hecho de Buenaventura una de las empresas de más rendimiento en Latinoamérica.

En los doce meses que concluyeron en junio de 1999, las ventas de la empresa crecieron un 75%, a casi US$90 millones, y las ganancias aumentaron en más del 150% a US$43 millones.

La mina es la realización de la vida profesional de Benavides, quien casi con 80 años es el patriarca de la minería peruana. Aunque camina con bastón, conserva una gran energía. Todas las mañanas se somete a un fuerte programa de ejercicios, nada en una piscina y está en su oficina de Lima a las nueve.

Por casualidad. Como sugiere directamente el nombre de su grupo de minería, Buenaventura, el éxito de Benavides es fruto tanto del trabajo duro como de la buena fortuna. En 1952, mientras exploraba zonas remotas en los Andes, conoció al minero suizo Bruno Tschundi. Ese encuentro cambió su vida.

Tschundi trataba de arrendar una mina de plata llamada Julcani. En lo que él califica de "riesgo loco", Benavides la arrendó por un año, con opción a comprarla. En 1953 fundó Buenaventura y posteriormente le fue agregando otras minas de plata y oro -Uchuchaccua, Orcopampa y Recuperada- al grupo.

La gran oportunidad de Benavides se hizo realidad a principios de los años 80. Durante años había mantenido una buena relación profesional de prospección con el Bureau de Recherches Geologiques el Minières (BBGM) de Francia. Yanacocha, un depósito en el norteño departamento peruano de Cajamarca, parecía prometedor, y los socios lograron convencer a Newmont, minera de Estados Unidos, para que se uniera en labores de exploración. Los recursos invertidos inicialmente fueron modestos, pero pronto supieron que tenían algo especial entre las manos.

Sin embargo, la incertidumbre política, el caos económico y el terrorismo en Perú demoraron el desarrollo de Yanacocha más de una década. Finalmente, Benavides tuvo que convencer a un grupo de inversionistas de Nueva York en julio de 1992. La noche anterior, un atentado dinamitero perpetrado en las cercanías por Sendero Luminoso había...

To continue reading

Request your trial

VLEX uses login cookies to provide you with a better browsing experience. If you click on 'Accept' or continue browsing this site we consider that you accept our cookie policy. ACCEPT