Evaluacion de los desajustes entre oferta y demanda laboral por calificaciones en el mercado laboral de Uruguay.
Author | Espino, Alma |
Position | Report |
Pages | 99(35) |
Assessing the labor supply and demand missmatch by skills in the Uruguay labor market
1 Introducción
Este artículo procura un mayor conocimiento de los desajustes que pueden resultar entre las calificaciones que posee la fuerza de trabajo en el país y los requerimientos que presenta la demanda. Estos desajustes pueden ser un serio obstáculo al funcionamiento del mercado laboral en el contexto de crecimiento económico y aumento del empleo en el país, así como repercutir negativamente en la satisfacción de los trabajadores con el empleo y su remuneración. A los efectos de conocer la magnitud de estos desajustes se mide la sub y la sobre calificación laboral, en este caso entendida como sinónimo de anos de escolaridad, de tres formas: considerado las calificaciones requeridas por las ocupaciones tomando como referencia la Clasificación Internacional Unificada de Ocupaciónes (CIUO88); como el intervalo respecto a la media de los trabajadores y respecto a la moda de la distribución. Mediante modelos probit se estiman los determinantes de la sobre educación y se estima el impacto en las remuneraciones de la sobre y la sub-educación a partir de regresiones saláriales sobre la base de mínimos cuadrados.
2 Antecedentes
La noción de calificación refiere al vínculo entre educación y trabajo aunque la educación adquirida en el sistema formal es solamente uno de los factores que permite desarrollar y acumular las competencias profesionales (1) que forman parte de la calificación de los trabajadores. Los puestos de trabajo requieren diferentes tipos y grados de calificación aún dentro de un mismo tipo de ocupación, y poseen además de los atributos saláriales otros como el estatus del puesto, la localización, la seguridad, o las diferencias compensatorias. La heterogeneidad entre los trabajadores se refleja en su diferente stock de capital humano y otros aspectos tales como las condiciones naturales, el tipo y calidad de la educación adquirida, las preferencias que le llevan a buscar oportunidades de empleos, la experiencia, las restricciones de tiempo que enfrentan, los factores de discriminación presentes en los mercados laborales (edad, sexo, raza, etnia), entre otros.
Las personas pueden estar adecuadamente calificadas, sobre calificadas o sub-calificadas para ocupar un puesto de trabajo, pero cualquiera de estas situaciones es posible de modificarse en la medida que están estrechamente relacionadas con las características particulares de los puestos que se ocupan. La magnitud e incidencia de estos desajustes está condicionada en cada mercado particular por la educación formal promedio de la fuerza de trabajo, la diversidad en la calidad de las profesiones y oficios adquiridos mediante la educación y el entrenamiento. A su vez, las características de los modelos de crecimiento, el desarrollo relativo de ciertas ramas de actividad, y los procesos de innovación también actúan condicionando los requerimientos con que se espera cumpla la fuerza de trabajo y por lo tanto, las características de esos desajustes.
Tanto la sub como la sobrecalificación pueden incidir en los posibles "cuellos de botella" entre oferta y demanda laboral en términos de productividad y desempleo, así como en lo relativo a las remuneraciones recibidas por los trabajadores o en el grado de satisfacción de los individuos con su trabajo.
2.1 ¿Qué se entiende por sobre o sub calificación?
Las definiciones de sub o sobrecalificación difieren dependiendo de la información que se considere y se halle disponible: educación formal, entrenamiento o capacitación laboral específica, experiencia en el puesto de trabajo, satisfacción con el empleo. En general, la calificación se identifica con la educación formal, pero ello es principalmente atribuible a la mayor disponibilidad de está información por una parte, y por otra que permite establecer comparaciones entre individuos en todas las ocupaciones. A su vez, otras definiciones empleadas en la literatura se relacionan con los resultados económicos obtenidos por los trabajadores (remuneraciones) y su evolución, respecto a sus niveles de educación formal.
Por tanto, la literatura sobre la temática a los efectos del trabajo empírico recurre a diferentes definiciones. Por lo general, como se señalo, trabajadores sobrecalificados (subcalificados) serían aquellos que cuentan con un nivel educativo superior (inferior) al requerido para desempeñar la actividad en la que se encuentran empleados (Rumberger, 1987; Hartog y Oosterbeek, 1988). La sobrecalificación también podría consistir en el declive de las remuneraciones de los individuos altamente educados a consecuencia de una reducción relativa en los retornos a la educación (Freeman, 1976; Rumberger, 1987).
El fenómeno también podría tener diferentes características dependiendo del enfoque teórico del que se parta. Desde el enfoque del capital humano la sobrecalificación se entiende como un fenómeno temporario de desequilibrio debido a que la mayor inversión en educación aumenta la productividad de los individuos y por ende, la posibilidad de recibir mayores salarios (Becker, 1962); en base a la teoría de la "señalización" (Spence, 1973) la sobrecalificación podría consistir en un desequilibrio acumulativo en el tiempo, que si bien puede indicar la relación positiva entre nivel educativo y los salarios más que la productividad del trabajador, la educación influiría en la posición relativa de la fuerza de trabajo para acceder a un puesto laboral. Según el modelo de competencias por puestos de trabajo (Thurow, 1975), la productividad esta asociada al puesto de trabajo, y los empleadores eligen a los trabajadores que prevén que les generaran los menores costos y la educación, es precisamente, un indicador de los costos de formación en que se tendrá que incurrir.
Si bien los problemas de desajustes por calificación pueden deberse a niveles de superiores o inferiores a los requeridos por la demanda, la sobre calificación es el tema al que más se ha prestado atención en la literatura económica con base en la experiencia de algunos países desarrollados. Los estudios para los países en desarrollo son algo más recientes y en particular para los países de la región (entre otros Waisgrais et al., 2003; Mora, 2008; Castillo, 2007).
El análisis de estos desajustes en este estudio enfrenta dos tipos de limitaciones: por un lado, no se cuenta con información surgida de análisis llamados "objetivos" en base a evaluaciones externas específicas y actualizadas, sobre los requerimientos específicos de formación y capacitación para cada puesto (2) o "subjetivos", basados en la experiencia de los trabajadores y/o de las firmas. Estos dos tipos de análisis brindan una evaluación que podría ser bastante realista o detallada de los desajustes para puestos particulares. Tampoco se dispone de otro tipo de información como la antigüedad en el empleo o el entrenamiento específico que puedan haber tenido los trabajadores. Por lo tanto, en adelante en el marco de este estudio, la calificación será sinónimo de educación formal medida como años de escolaridad.
2.2 Los métodos de análisis
Leuven y Oosterbeek (2011) realizan una amplia revisión acerca de los métodos para analizar la existencia de sobre o sub calificación y reseñan las ventajas y desventajas que éstos presentan, lo que en parte se recoge a continuación en este estudio.
Los métodos estadísticos a diferencia de los mencionados anteriormente se basan principalmente en la correspondencia efectivamente observada entre puestos de trabajo, ocupaciones y niveles de escolaridad respecto a las Clasificaciones de las ocupaciones, (3) a la media observada de la distribución de los ocupados o al modo de dicha distribución. El concepto de calificación al que se alude en este tipo de estudios se refiera a la educación formal; por lo tanto, el nivel de escolaridad (o calificación) requerido se infiere de la media de la escolaridad de todos los trabajadores en el mismo tipo de ocupación o de la moda de la distribución.
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Una de las formas que permiten conocer las características de los puestos en términos de los niveles de educación requeridos se basa en la clasificación de ocupaciones. Se comparan los niveles establecidos en la clasificación con el nivel educativo efectivamente alcanzado por los trabajadores en cada grupo. Las desventajas que se mencionan al respecto tienen que ver con que estas clasificaciones con frecuencia no están actualizadas y son muy costosas (Hartog, 2000). Por su parte, existen discrepancias sobre estas Clasificaciones en particular en lo que refiere a la conversión de las escalas a años de educación (Halaby, 1994). Chevalier (2003) por otro lado señala, que las medidas que surgen de la aplicación de estas Clasificaciones implícitamente asumen que todos los trabajadores con un nivel de educación dado son perfectamente sustitutos, lo cual parecería estar bastante lejos de la realidad. Adicionalmente, estos procedimientos asumen que existen requerimientos fijos de nivel de escolaridad dentro de un tipo de ocupación. En particular en este estudio, se emplea la clasificación CIUO88, por lo cual, como se explica más adelante, las limitaciones mencionadas son importantes.
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El método del intervalo sobre la media es el más difundido y citado en la literatura, y fue originalmente desarrollado por Verdugo y Verdugo (1989), quienes trabajaron con las ocupaciones abiertas a tres dígitos. Definen a los trabajadores como sobrecalificados o subcalificados si el nivel de estudios formales que completaron corresponde a un desvío estándar (+,-) de la media en su ocupación.
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Tomando como referencia la moda, Kiker et al. (1997) desarrollaron originalmente un estudio para Portugal en el que el nivel de educación adecuado se considera precisamente aquél que es la moda en una ocupación. Así, cuando el trabajador ha alcanzado un nivel de estudios que es superior o inferior al correspondiente a la moda en su ocupación, se dice que el...
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