El eslabón perdido.

• Author: Fabey, Michael
• Position: Industria de los servicios en la cadena log

Toma tiempo establecer servicios portuarios, pero perderlos es fácil. Y el precio es alto.

Ana Marie Fontura se las veía negras. Llevaba horas recorriendo las calles de Santos en busca de carne. No cualquier carne, sino una especialmente consagrada para unos marinos del Medio Oriente. Tenía que ser esa carne, y los navegantes estaban hambrientos.

La semana pasada fueron palomas. ¿O fueron tórtolas? No entendió bien lo que quería el capitán para su tripulación asiática. Le revolvía el estómago imaginarse comiendo esas aves. Pero su trabajo no era cuestionar los hábitos alimenticios de la babel de marineros que llegaban a Santos.

"Quieren todo tipo de comidas, y es muy difícil de encontrar", explica.

Ese es el destino de un abastecedor de barcos. Estos comerciantes ofrecen a los buques víveres y otros artículos, y ningún puerto grande puede prescindir de sus servicios. Pasa lo mismo con los proveedores de combustible, agua y otros servicios a los barcos en puerto.

Las compañías que proporcionan estos servicios son los eslabones que unen al transporte oceánico, a la cadena logística. Los servicios navieros son sólo una parte de la combinación. Las empresas de camiones, los restaurantes, los clubes, crecen y prosperan con los puertos. Con los años, la cadena se afianza, crece y propicia el surgimiento de más negocios.

Pero las relaciones desaparecen fácilmente. Santos lo descubrió a fines de la década de 1990, cuando las huelgas, las consolidaciones y las tendencias comerciales desviaron o agotaron los cargamentos. Cerraron comercios y empresas de servicios. El puerto parecía un pueblo fantasma.

Los negocios que no cerraron sobreviven a duras penas. Rosaly Rodrigues, gerente del restaurante y club ABC House, observa el club vacío y las calles desoladas. "Ha sido terrible desde que los norteamericanos se fueron", comenta.

Hacia otros puertos. La mayoría de los marinos norteamericanos dejaron de tocar los puertos brasileños hace unos dos años, cuando Crowley American Transport sacó del servicio a los barcos de bandera estadounidense antes de vender esa parte del negocio a Hamburg-Süd. Los norteamericanos gastaban más dinero en los puertos...