REPUBLICA DOMINICANA: Hágase la luz.

AuthorBustos, Sergio R.
PositionTT: Dominican Republic: let there be light.

Los apagones son la norma en la República Dominicana. Sin embargo, la economía sobrevive y, en ciertos casos, prospera. Pero a los dominicanos y a los inversionistas extranjeros se les agota la paciencia. Todos coinciden en que si el problema no se resuelve pronto, la escasez de energía amenaza con obstaculizar el crecimiento económico.

Cada noche, tras un largo dia de estudiar derecho en una universidad y de cortar cabello en un salón de belleza de Santo Domingo, María Corona se va a su casa pensando que tiene que detenerse en un mercado a comprar comida para la cena y cocinarla esa misma noche. No es que la dominicana de 23 años no pueda comprarse un refrigerador; el que tiene funciona perfectamente. El problema es la electricidad. Se va todos los días, a veces hasta 20 horas cada vez. "Sin duda, ese problema es el primero de mi lista de quejas", dice Corona.

En la firma de telecomunicaciones Tricom, la empresa de crecimiento más rápido en la República Dominicana, la falta de un suministro confiable de electricidad obliga a la compañía a mantener tres generadores preparados para cada vez que se va la luz. Los ejecutivos de la firma dicen que ese es el precio de hacer negocios en la República Dominicana. "Es un problema grave que hay que resolver", comenta el presidente de Tricom, Manuel Antonio Pellerano.

Tanto para el consumidor promedio como para las empresas, la penosa escasez de electricidad en esta nación caribeña de 7,8 millones de habitantes amenaza con estrangular una economía que por lo demás es saludable, que atrae a inversores extranjeros y que crece a un ritmo rápido.

El año pasado, el crecimiento del PIB en República Dominicana alcanzó un 7,5%, el segundo año consecutivo que supera el 7%, según la CEPAL. Otros factores que mantienen la fortaleza de la economía son la estabilidad de la moneda y la inversión extranjera, que el año pasado alcanzó la marca histórica de US$475 millones. Pero en entrevistas con ejecutivos de empresas locales y multinacionales, todos coincidieron en que el problema energético del país crea serias inquietudes para el futuro.

La responsabilidad del problema de la electricidad recae en el gobierno y en su mal administrada Corporación Dominicana de Electricidad (CDE). El problema es tan grave que muchos dominicanos dicen que la huelga general de dos días que tuvo lugar en noviembre, que provocó motines en Santo Domingo, es culpa de los persistentes apagones.

"El problema energético en este país es un cepo para cada negocio y, por lo tanto, para toda la economía", dice Ernesto Burri, ex presidente de Codetel, la empresa telefónica dominante en la República Dominicana y subsidiaria de propiedad total de GTE Corp., de Estados Unidos.

Burri y otros dicen que la historia de Codetel (Compañía de Teléfonos) y de la CDE es un ejemplo de las razones por las que el gobierno debe dejar la administración de las compañías en manos privadas. Codetel pasó al sector privado en 1930, tras el paso de un huracán que devastó a Santo Domingo y a gran parte del país. El gobierno decidió ceder la empresa debido al elevado costo de reconstruir la tura descuida.

El resultado fue que Codetel prosperó como monopolio privado y se le atribuye un papel decisivo en la conversión de la República Dominicana en un floreciente mercado de las...

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