La Dinamarca de America Latina: la democracia se cuestiona en todas partes menos en Uruguay.

• Author: Epstein, Jack
• Position: Eso Dicen

No me sorprendió que, según una encuesta, el apoyo a la democracia se debilita en casi toda Latinoamérica. El sondeo, que representa a 480 millones de personas en 17 países, indica un gran malestar por la penuria económica, el desempleo y el abismo entre ricos y pobres, ensanchado por las privatizaciones y las reformas de libre mercado.

Latinobarómetro halló que los latinoamericanos siguen respaldando los pactos comerciales. Pero el sondeo de la encuestadora chilena también mostró que el apoyo a la democracia bajó 12 puntos, al 48%, desde hace un año. Peor aún: la mitad de los entrevistados no se opondrían a un retorno al gobierno militar.

Naturalmente, la mayoría tuvo en cuenta el bolsillo. "Los cambios económicos estructurales no han traído los bienes esperados", informa Marta Lagos, directora de Latinobarómetro. "El apoyo menor a la democracia se debe a que había grandes expectativas de progreso económico".

La democracia salió peor. parada en países empobrecidos de Centroamérica como El Salvador (el apoyo bajó del 63% al 25%) y Nicaragua (del 64% al 43%). En Sudamérica, Colombia y Ecuador bajó 14 puntos, seguidos por Argentina, con 13 puntos menos. En Brasil, sólo el 30% está a favor de la democracia.

En cambio, el país latinoamericano con más apoyo a la democracia es Uruguay, con un aplastante 79%. Veamos por qué.

Este país productor de lana y carne, con 3,3 millones de habitantes, se mantuvo apartado de la globalización y conservó un sistema de bienestar social que ha mantenido la pobreza en el nivel más bajo de América Latina. En tres viajes que hice a Uruguay hace pocos años, observé el orgullo de la gente por su sistema económico y político, y lo distintos que son de otros latinoamericanos.

Las leyes de control estatal y seguridad laboral están arraigadas gracias en gran medida a los programas de bienestar social creados por d presidente José Batlle y Ordóñez a principios del siglo XX, que fomentan una sociedad igualitaria muy educada. A Batlle y Ordóñez todavía se le considera una especie de santo, una combinación de Abraham Lincoln y Franklin Delano Roosevelt.

En Uruguay los ejecutivos de grandes empresas suelen ser detestados, pero el estatismo es música para los oídos, la ostentación es...