El trabajo en curso de Latinoamérica: En Latinoamérica hay razones para celebrar, pero toda la región (no solo algunos países) debería tener un papel más protagónico luego de 25 años de reformas.

• Author: Aninat, Eduardo

La crisis financiera internacional, que está dando señales de estar bajando durante el primer trimestre de 2010, es una de la pocas crisis mundiales recientes en las que el papel de Latinoamérica fue diferente de lo que había sido en el pasado. Ningún país de esta área desencadenó la crisis y la región en general no sufrió sus efectos con tanta dureza.

Esta marcada diferencia con el pasado da muestras de que la Latinoamérica de hoy es más resistente que la de una década atrás. En el peor de los casos, vale comparar esta fortaleza relativa con la angustia de las experiencias de los años 80, una década en la que los países de la región soportaron fuertes crisis económicas, al igual que durante la crisis financiera asiática de los 90. En ambas ocasiones, nuestra región originó la emergencia (como en el caso de la crisis por la deuda de México en 1982) o resultó muy afectada por ella (al punto de que al menos una docena de países latinoamericanos registraron contracciones importantes de su producto interno bruto durante la crisis asiática).

En 2009, la región en su conjunto sufrió una pérdida de 1.7 por ciento. Pero este desempeño es mejor que el de muchas otras regiones. Según cálculos, la producción mundial total de bienes y servicios se redujo en 2.2 por ciento. La zona del euro cayó casi 4 por ciento y las economías de transición mostraron un desempeño aun peor, con una contracción de casi ó por ciento en 2009.

Pero lo más importante para la región es que los pronósticos para el 2010 indican que Latinoamérica crecerá a uno de los ritmos más rápidos del mundo, con porcentajes calculados que indican una sólida recuperación de 4.3 por ciento, más de 2 puntos por encima de la recuperación aproximada para la economía de EE. UU. para este año.

Sin embargo, aún se ciernen dudas sobre el desempeño presente y futuro de la región. A pesar del reciente progreso en las políticas macroeconómicas en general, existen diferencias fundamentales en los desempeños económicos y sociales de cada país. La mayoría de ellos puede demostrar reformas políticas importantes que van desde el establecimiento de bancos centrales más profesionales hasta la acumulación de superávits fiscales primarios y niveles de deuda externa manejables. Pero los resultados en ciertos países han sido muy diferentes. Vale comparar, por ejemplo, el desempeño y las posibilidades de los países que favorecen reformas estructurales --como Chile, Colombia, Perú y Brasil-- con los pronósticos...