Cultivando ciudadanos: Ciudad de los Niños les enseña a los chicos sobre convivencia y el valor del dinero.

AuthorMaclaggan, Corrie

Una cliente con cola de caballo se acercó recientemente a la ventanilla de un banco HSBC con un problema. Tenía su dinero en alguna parte, y en un descuido, se le perdió. La cajera Alejandra Tejeda se quedó mirando a la niña de siete años y le dijo con una mezcla de suavidad y firmeza: "si quieres dinero, tienes que trabajar. Ve al departamento de bomberos".

Esta lección en finanzas personales tuvo lugar en la Ciudad de los Niños, un parque educativo dentro de un centro comercial de Santa Fe, un suburbio de la capital mexicana. En el parque, los niños usan "pesitos" para alquilar un auto, ir a la peluquería o comprar una pizza. Cuando se les acaba el dinero, van a trabajar en el supermercado, el hospital o el departamento de bomberos del parque.

El exitoso parque educativo lleva cinco años de funcionamiento y un segundo parque va a abrir este año en Monterrey. Ahora su presidente ejecutivo, Xavier López, está buscando inversionistas para abrir parques en White Plains, N.Y., Atlanta y Chicago. Y está vendiendo franquicias del concepto, pero no del nombre. La primera franquicia abrirá en Miami este año, y se espera que otra le siga en Japón.

"Los niños son iguales en todas partes", dice López. "Les gusta jugar a ser adultos".

Para entrar a la Ciudad de los Niños, los pequeños pasan a través de una terminal de American Airlines. Los niños reciben un cheque por 300 "pesitos", y van al banco a cambiarlo por efectivo.

Jessica Martínez, de l0 años, haciendo cola con una amiga en el banco, dice que ambas van derecho al hospital para curar bebés y cambiar pañales. "Aquí nos sentimos como adultas", dice.

Indira Terán, que vino de visita desde Morelos con su hija de siete años, dice que el parque es bueno para los niños porque les enseña a ser responsables. "Aprenden que si trabajan tendrán dinero", dice.

Puede ser educativo, pero sigue siendo un negocio. El parque está lleno de legos corporativos, y la mitad de sus ingresos provienen del patrocinio de empresas. La estación de gasolina tiene el lego de Pemex, el supermercado es un Wal-Mart, y el banco, que tenía una sucursal Bital, se convirtió en HSBC después que el banco del Reino Unido compró a Bital.

Para patrocinar un pabellón, las empresas pagan US$250,000 iniciales y US$100,000 anuales. La presencia dentro del parque crea reconocimiento de la...

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