Crónica de una vuelta anunciada.

AuthorThomson Bogota, Adam
PositionGabriel Garc

El colombiano Gabriel García Márquez hace titulares, literalmente.

Carlos Andrés Pérez descendió al atardecer del avión que lo llevó de Davos, Suiza, y se sorprendió de ver en la plataforma al General Fernando Ochoa Antich, su ministro de Defensa. "¿Qué pasa?", le preguntó intrigado. El ministro lo tranquilizó, con razones tan confiables, que el Presidente no fue al Palacio de Miraflores sino a la residencia presidencial de La Casona. Empezaba a dormirse cuando el mismo ministro de Defensa lo despertó por teléfono para informarle de un levantamiento militar en Maracay. Había entrado apenas en Miraflores cuando estallaron las primeras cargas de artillería.

Ese fue el parrafo inicial de un perfil del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que apareció recientemente en la revista colombiana Cambio. El párrafo indica que el periodista sabía lo que Pérez pensaba y sentía, menciona gratuitamente a Davos, en Suiza, y no dice nada de Chávez, que es el sujeto del artículo. Si usted fuera editor, ¿le señalaría estos detalles al reportero? ¿Y si el reportero se llama Gabriel García Márquez?

No es surrealismo. A sus 72 años, el escritor laureado con el premio Nobel ha regresado a la sala de redacción como reportero estrella, director y dueño de parte de la revista noticiosa número dos de Colombia, Cambio. El novelista está convencido de que hay un mercado para un periodismo más reflexivo, y, al menos de momento, parece tener razón.

Desde que García Márquez, conocido en Colombia simplemente como "Gabo", relanzó Cambio a principios de este año, las suscripciones han crecido el 20%, a 65.000, y la publicidad ha crecido cinco veces, según la cuenta de la publicación. Pero con una circulación total no auditada de unos 100.000 ejemplares, Cambio, aún de acuerdo con sus cifras generosas, todavía está muy lejos de su rival Semana, más antigua y más establecida, y que tiene una circulación auditada de poco más de 171.000 ejemplares.

El nicho de Gabo. Después de ganar el Nobel de Literatura en 1982, García Márquez dijo en numerosas ocasiones que quería volver a sus raíces: el periodismo. Pero decía que nadie lo iba a contratar. Ahora, tres décadas después de escribir Cien años de soledad, paga literalmente para que lo publiquen.

Proyectos y Finanzas, un banco de inversiones de Ecuador, descubrió una oportunidad en el sector de las revistas para García Márquez, quien, con otros seis destacados periodistas colombianos, estudió entonces la posibilidad de comprar...

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