La conexión boliviana.

AuthorBowen, Sally
PositionAspectos econ

Empresas eléctricas de distintos países aprovechan las reservas de petróleo y gas de Bolivia para abastecer a Brasil.

Las Ricas Tierras Bajas del departamento boliviano de Santa Cruz se convirtieron hace diez años en el hogar de un enjambre cosmopolita: comunidades japonesas y menonitas compartieron la zona con brasileños y paraguayos para cultivar soya (a la que los bolivianos llaman "el grano de oro") en terrenos antes baldíos pero muy fértiles.

Ahora se les han unido tejanos, argentinos, venezolanos y ecuatorianos. En la nueva ola llegan geólogos y expertos en petróleo, mecánicos y excavadores. Exploran, extraen y construyen las nuevas instalaciones alrededor del gasoducto que va a Brasil, que debe quedar terminado este año.

En una cabaña prefabricada en una zona de perforación llamada La Peña, el geólogo Jorge Carle pasa muestras de lodo arenoso a través de una impresionante colección de equipos computar rizados de análisis. "Bolivia se ha convertido en la diva de los hidrocarburos latinoamericanos", dice. "Es el único país donde la exploración prospera a pesar de los bajos precios del petróleo".

Afuera, un equipo de perforación, pintado de azul y amarillo, horada el terreno en busca de reservas de petróleo y gas natural. Al igual que el resto del campamento. se ha enviado desde Texas, a través del puerto chileno de Arica. De allí se trasladó en un largo viaje por tierra hasta su destino final en una zona boscosa de Bolivia. Nabors Drilling le arrendó cuatro de esos equipos a Andina, el consorcio argentino que en diciembre de 1996 compró una participación en la antigua petrolera estatal boliviana. Cada equipo cuesta US$19.000 al día.

"Se pueden conseguir equipos de perforación en Bolivia, pero no en tan buen estado", dice Ed Miller, gerente general de Andina, nacido en Estados Unidos, un vaquero que masca tabaco y cuyo dinamismo y visible capacidad administrativa no concuerdan con su aspecto rústico. "Estamos despejando un montón de chatarra que heredamos de diez campos y nueve áreas de exploración de YPFB. Pero tenemos buenos técnicos".

Los cambios en las leyes y la privatización de activos estatales (mediante el modelo exclusivo boliviano de capitalización, en que los operadores extranjeros adquirían una participación del 50%) han llevado una asombrosa reanimación al sector energético. Con una población relativamente pequeña y una demanda total de apenas 1.000 megavatios, Bolivia considera a Brasil el mercado del futuro inmediato.

El...

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