A todo gas: companias extranjeras de energia apuestan por el gas natural en Bolivia.

AuthorLangman, Jimmy
PositionEnergia

Todos los lunes después de salir del trabajo, numerosos empleados de varias empresas petroleras extranjeras en Santa Cruz se reúnen para correr durante media hora y después refrescarse con una cerveza. Siempre, sin falta, la conversación se concentra en un tema provocativo: Bolivia como epicentro del sector del gas natural de Sudamérica.

Durante los últimos cinco años, en la región sureste del país se han detectado enormes reservas que han convertido a Bolivia en una fuente energética potencial para todo el continente. El frenesí por apoderarse de una parte de este jugoso pastel ha convertido a Santa Cruz en un "Houston sudamericano". Ya se levantan modernos edificios de oficinas y numerosos ingenieros, geólogos y especialistas estadounidenses y europeos se ven por doquier en esta relajada urbe del extremo sur de la Amazonia.

El sector del gas comenzó a abrirse en 1996, durante la privatización de la petrolera YPFB. Hace cuatro años, las reservas conocidas de gas natural de Bolivia ascendían a un total de 187.5 millones de metros cúbicos. Pero entre 1998 y 2001, las empresas extranjeras invirtieron un promedio de US$540 millones al año, un ritmo tan acelerado que el país ya cuenta con reservas certificadas de 1.48 billones de metros cúbicos. Se calcula, conservadoramente, que en el futuro se certificarán por lo menos 56,633 millones de metros cúbicos, lo que deja espacio para seguir explorando.

Los expertos más ambiciosos tienen en mente una red de gasoductos que saldría de Bolivia y llegaría a Argentina por el sur y a Estados Unidos por el norte. Parte de esa red ya existe y buena parte del resto ya está firmemente planeada. La red estadounidense ya llega a la frontera con México y a finales de marzo el gobierno de ese país dio luz verde a la construcción de una red de gasoductos de US$2,000 millones hacia Centroamérica, que pasará por Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. También se planea construir un gasoducto para la zona gasífera de Venezuela y Colombia, que se conectaría hacia el oeste con Panamá y hacia el sur con Ecuador y Perú.

Bolivia, Brasil, Chile y Argentina ya están interconectados.

En Bolivia, las reservas de gas son también una dulce venganza. Aunque la economía y el orgullo nacional de Bolivia sufren desde hace mucho por la pérdida de una salida al mar en la guerra con Chile en 1887, esa carencia constituye ahora una ventaja geográfica. Rodeada por Brasil, Paraguay, Argentina, Chile y Perú, Bolivia sueña con...

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