Crisis de la deuda en China y efecto dominó sobre América Latina.

AuthorPrice, John

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

Con la desaceleración del crecimiento, la deuda municipal china podrá dar lugar a una crisis fiscal. Hoy China es mucho más que el segundo cliente más grande de Sudamérica: es la mayor fuente de créditos blandos para estos gobiernos.

El 30 de diciembre de 2013 un informe largamente esperado, publicado por la Oficina Nacional de Auditoría de China, confirmó los temores de muchos: los niveles de deuda municipal se dispararon a US$3 billones, o 30 por ciento del PIB. Durante décadas el Partido Comunista de China premió a los líderes municipales que propiciaban el crecimiento y la creación de empleo y permitieron que los bancos estatales prestaran a tasas artificialmente bajas.

La juerga de gasto municipal creció a niveles febriles en 2008, cuando el gobierno central dio a conocer el plan de estímulo fiscal más importante del mundo para mitigar el colapso de las exportaciones chinas a Estados Unidos y Europa. Hay docenas de ciudades de tamaño mecho en China, con carreteras, metros y viviendas públicas construidas décadas antes de que fueran necesarias, que hoy son subutilizadas y costosas de mantener.

Con la desaceleración del crecimiento en China, el disparo de la deuda municipal muy pronto dará lugar a una crisis fiscal municipal, a medida que los préstamos se venzan y los verdaderos costos de la corrupción salgan a flote. El gobierno nacional seguramente intervendrá antes de que los municipios se declaren en insolvencia por temor a desencadenar una corrida en la deuda china o en la de cualquiera de los bancos nacionales vulnerables, pero hacerlo costará más billones. Mientras tanto, Beijing continuará con su política de mejorar sus reservas, lo que obligará a los bancos a cobrar o provisionar la mayor parte de sus préstamos en mora y aquellos con registros turbios.

En el primer trimestre de 2013 unos pocos valientes analistas independientes chinos comenzaron a alertar sobre la creciente deuda pública y la economía bancaria fantasma en China. Su escepticismo despertó el interés de los operadores e inversores internacionales, entre ellos George Soros, el más notable jugador en divisas, que alguna vez ganó mil millones de dólares especulando contra la libra esterlina.

Algunas cifras alarmantes están siendo desenmascaradas por los analistas chinos, muchas de las cuales son difíciles de corroborar, pero que aún no han sido refutadas por los funcionarios de Pekín. De los 19 billones de yuanes en deuda municipal acumulada en...

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