Bienvenidos a bordo: los cruceros son una gran alternativa de vacaciones--y un excelente negocio.

AuthorBrown, Greg

Los puertos son exóticos, las piscinas hermosas, los bailes divertidos y las cenas maravillosas. Todas estas bondades de unas vacaciones a bordo no se comparan con el buffet de pizza abierto las 24 horas.

Jared, de 15 años, y Jacob, de 12, los dos hijos de Christina Pegg, supieron sacarle buen provecho a las comidas servidas a toda hora durante su viaje de Miami a Cozumel, un crucero de cinco días en el buque Fascination de Carnival Cruise Lines. Christina y su marido Jim Pegg se dan un par de vacaciones al año. Y los cruceros podrían terminar siendo algo de rutina para ellos. "Podría hacer dos cruceros al año y estaría feliz", dice Christina Pegg. "Cuando regresé a casa no quería cocinar. Me preguntaba: ¿a qué horas abren el buffet?"

La familia pasa a engrosar la lista de los turistas estadounidenses que toman sus vacaciones en alta mar, convirtiendo lo que solía ser un lento negocio de turismo en una floreciente industria valorada en unos US$20,000 millones (incluyendo el impacto económico indirecto que genera). En 2003, el número de turistas de cruceros del mercado norteamericano, principalmente de EE.UU., aumentó a 8.2 millones, mientras que en 1990 este número era de sólo 3.6 millones, según la Asociación Internacional de Líneas de Crucero. En 2004, la agremiación espera que la cifra llegue a nueve millones de pasajeros.

Entre las compañías más grandes está el gigante Carnival Cruise Lines en Miami, que controla a Carnival, Holland America, Princess Cruises, P&O y Costa Cruises, entre otras marcas. Le sigue Boyal Caribbean, también en Miami, que maneja a Royal Caribbean y Celebrity Cruise Lines. "En esta industria estamos viendo apenas la punta del iceberg. En 1985 había un total de 37 barcos, y ahora hay más de 150", dice Terry Dale, presidente ejecutivo de Cruise Lines International en Nueva York. Sesenta de esos buques fueron puestos en servicio en 2000, según Dale.

En 2004, una docena de buques nuevos se unirá a la flota, la cual está casi toda concentrada en el Caribe y en otras zonas de aguas cálidas. Sin embargo, los cruceros del extremo norte y el extremo sur en las Américas--el Cabo de Hornos en Sudamérica, Antártica y Alaska--también se han puesto de moda. Los ejecutivos predicen que el explosivo crecimiento del negocio probablemente ya terminó, y señalan a 2005 como el año en que disminuirá el ritmo de construcción de barcos. Sin embargo, esperan que el número de viajeros no disminuya. Un enorme aumento de puertos en Norteamérica--existen 30 lugares a los cuales se puede llegar en automóvil para abordar un crucero--y una gran cantidad de destinos disponibles significan que muchos pasajeros podrán estar subiendo a bordo por primera vez.

"El numero de puertos utilizados por las compañías de cruceros han traído la industria al patio trasero de la gente en EE.UU., y muchos están aprovechando la oportunidad", dice Dale.

Sin presiones. Una de las razones por las cuales tomar un crucero se ha vuelto tan popular es la informalidad de la vida a bordo. Otra es la conexión personal que muchos pasajeros terminan haciendo con los meseros y el personal de limpieza--una estrategia de mercadeo que los ejecutivos de la industria explotan tanto como pueden. Al igual que en un hotel donde todo está incluido, también es más fácil controlar los gastos durante un crucero, aliviando la presión de los pasajeros.

"El enfoque de...

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