Barcos varados.

AuthorFabey, Michael
PositionIndustria del transporte mar

Las fusiones y las alianzas en la industria naviera hacen que tanto importadores como exportadores pierdan tiempo en los muelles.

Jerry Castillo enfrenta una nueva dificultad: buscar barcos para llevar piezas de computadoras y otra carga a Sudamérica. "Antes nunca teníamos problemas para encontrar un transportista", afirma el expedidor de Abba Shipping, una compañía de Miami que se especializa en envíos a Latinoamérica. "Hoy cuesta trabajo hasta que contesten el teléfono".

El problema es que una ola de consolidaciones cambia los cronogramas de envíos y puertos de escala en toda la región. Miami, por ejemplo, ya no es el puerto principal de contenedores rumbo a Sudamérica. Desde el año pasado, Charleston, Carolina del Sur, ostenta ese título, con un aumento del 75% en los envíos al sur. "No son cargamentos nuevos", señala Byron Miller, portavoz del puerto de Charleston, que le ha arrebatado carga a puertos como Jacksonville y Miami debido a una menor presencia de las grandes navieras allí.

Esto ha causado que las viejas rutas navieras, los puertos y el servicio hayan cambiado radicalmente. Hasta hace unos años, cuando había más empresas en el ramo, los importadores y exportadores podían escoger las líneas, el servicio, los puertos, y hasta la nacionalidad de la tripulación. Ahora las navieras --que transportan el 95% de toda la carga internacional-- mantienen una actitud apática que desconcierta a muchos expedidores. Y el servicio, afirman los usuarios, ya no es lo que era.

"Todo ha cambiado, hasta con los principales transportistas", afirma Geoff Giovanetti, director ejecutivo de Wine and Spirits Shipping Association, de Virginia, una de las mayores asociaciones de importación de Estados Unidos. Giovanetti encara dificultades para conseguir servicio en América Latina, a menos que pague tarifas más elevadas y negocie mucho. "Es sorprendente", comenta.

Baño de sangre. Doug Webster, portavoz de Hamburg-Süd, dice que las navieras sencillamente reaccionan a las drásticas reducciones de tarifas en los últimos años. "Ha sido un baño de sangre", apunta. "Las líneas tienen que estudiar el flujo de carga y racionalizar".

Y así ha sido. "Hoy no hay ningún transportista marítimo que preste servicio independiente en ninguna ruta comercial importante", dijo Geoff Greenwood, vicepresidente zonal de Columbus Line USA, una de las líneas de Hamburg-Süd, en una reciente conferencia sobre logística en Los Angeles. "Se ha echado mano a las adquisiciones...

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