Barco a la vista.

AuthorFabey, Michael
PositionIndustria mar

Izar la bandera equivocada, sobre todo si es latinoamericana, puede causar grandes retrasos.

Cuando Crowley Maritime vendió hace más de un año su servicio naviero sudamericano a la alemana Hamburg-Süd, le puso punto final a una tradición de los barcos norteamericanos de contenedores. La bandera de las barras y las estrellas desapareció de los portacontenedores en la región.

La bandera estadounidense no ondeaba sola. Los pendones de Gran Bretaña y de otras viejas potencias navieras prácticamente han desaparecido. También es difícil divisar los estandartes de Brasil, Argentina y de otros países de la región en las rutas de Sudamérica.

Ahora los barcos que cubren las rutas comerciales de la región --y las internacionales-- llevan la bandera de Panamá, Honduras y hasta la de Belice. No son potencias marítimas, pero sí centros de matrícula de barcos. Es más fácil matricular un buque en estos países que conseguir una licencia de conducción en muchos. No es casual que Panamá tenga la mayor flota del mundo, e incluso se anuncia la facilidad con que las compañías pueden matricular sus barcos.

A los expedidores no les importa qué bandera lleve el barco, con tal de que el cargamento llegue a su destino puntualmente y a un precio razonable. Pero aunque es más barato matricular y operar un barco bajo bandera de Panamá, Belice u otros países, los expedidores que confían en esos barcos pueden sufrir demoras y dolores de cabeza.

Antes, los expedidores rara vez se preocupaban de la bandera porque los barcos se movían con relativa facilidad sin importar su enseña. Pero Estados Unidos, Brasil y otros países se fijan más en los barcos matriculados en ciertas naciones por motivos de seguridad.

De modo que ahora los expedidores tal vez tengan que prestar atención a las banderas si quieren garantizar que una vigilancia más estricta no retrase sus cargamentos en algún puerto.

La razón del alboroto con las banderas es, naturalmente, el dinero.

Las viejas potencias navieras como Estados Unidos y Brasil exigen que los barcos que lleven sus banderas también tengan capitanes y tripulaciones del país. Estos marinos suelen estar sindicalizados y protegidos: ganan salarios; adecuados y reciben prestaciones. En estos países también suele exigirse que los cargamentos estatales se transporten en barcos con la bandera nacional, medida que tiene el objetivo de mantener a la marina mercante intacta, generalmente por razones de seguridad nacional.

Fines de lucro. Naturalmente...

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