Aviones robot hechos en Brasil: el éxito de AGX Tecnología para desarrollar y vender aviones robot.

AuthorBarnes, Taylor
PositionTexto en Portuguese

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

SÃO CARLOS, BRASIL -- Los ingenieros, vestidos de jeans, se pasean con entusiasmo juvenil, de un Lado a otro de este bungalow convertido en oficina en São Carlos, La naciente respuesta brasileña a Silicon Valley. Si se les pregunta en qué del, Brasil. contemporáneo están trabajando, dan una serie de respuestas: La extracción comercial, ilegal, de arena, Las personas extraviadas durante la noche en la selva, y los nidos de armadillos que arruinan las cosechas. Pero el, grupo propone una solución sorprendente para todos esos problemas: eL desarrollo de aviones robot cada vez más sofisticados, del, color de la bandera brasileña y con nombres como Arara [loro)y Tiriba (loro pequeño].

"Termina desmitificando al, equipamiento, porque demuestra que no está limitado al, uso militar sino que también tiene un uso en la vida cotidiana", dice eL consultor Jen John lee de AGX Tecnología, en el, sótano de su acogedora sede. A contramano de la tendencia de otras naciones latinoamericanas, que compran aviones robot hechos en Israel. para la lucha contra las drogas y para patrullar sus fronteras, AGX usa sólo tecnología brasileña desarrollada en La Universidad de São Paulo y ve como mercado a la creciente industria agrícola y a las fuerzas policiales "ambientales", cuya tarea es monitorear la extracción ilegal de recursos naturales.

La Policía Federal de Brasil está implementando una flotilla de aviones robot israelíes a Lo largo de su extensa frontera para monitorear el trafico de drogas. Pero la Policía Ambiental de São Paulo tiene otros objetivos. La fuerza será el primer equipo del. estado que emplee regularmente aviones robot que no llevan armas para monitorear Las amenazas en áreas rurales, como la deforestación y la pesca ilegal.

Por ejemplo, AGX utiliza una serie de imágenes temporales para registrar, en nombre de la policía, la extracción ilegal de arena del cauce del. río Mogi-Guaçu, dice Bianca Kancelkis, directora de proyectos ambientales. Un avión piloteado sería más caro debido a la mano de obra entrenada y a la necesidad de tener una pista para despegar y aterrizar, una infraestructura que en general no existe en áreas remotas donde ocurren Los delitos ambientales. (El robot más nuevo de AGX tiene una envergadura de tres metros y simplemente se lo lanza para echarlo a rolar).

"Usando esta evaluación que nosotros hacemos, la policía [...] encontró a la gente que se dedicaba a esta actividad ilegal", dice Kancelkis.

Pero...

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