Aromático y natural.

AuthorWallengren, Maja
PositionIndustria del caf

El café orgánico mexicano inyecta vida a una industria con problemas.

Un colibri canta entre los verdes cafetos en esta esquina olvidada del paraíso, mientras una espectacular mariposa azul revolotea entre un grupo de naranjos silvestres y orquídeas amarillas

Bienvenido a la Finca Irlanda, una granja de café cultivado orgánicamente en el corazón de las montañas de la Sierra Madre, en la zona de Soconusco del estado de Chiapas. Más de 30 años después que México exportó el primer cargamento mundial de café orgánico certificado desde la Finca Irlanda, esta forma de cultivo crece más rápido que cualquier otro mercado del sector.

Lo que varios inmigrantes iniciaron en México en los años 1920, hoy se ha convertido en un fenómeno mundial para los cafeteros, que buscan con desespero precios mejores y más estables en un mercado volátil.

En momentos en que el café orgánico certificado se negocia a una prima del 30% al 50% por encima del precio de los contratos a futuro de la variedad arábiga común, los cultivadores están más que dispuestos a sumarse al movimiento,especialmente porque que los cafeteros, particularmente en Latinoamérica, donde se cultiva casi el 70% del café mundial, han sufrido numerosos problemas en los últimos años.

¿El culpable? Los bajos precios, que en meses recientes han bajado a menos de US$1 por libra (una libra = 0,5 kilos), con gastos de casi 90 centavos de dólar por libra.

"En la última temporada hemos vendido nuestro café a US$1,60 por libra o más, generalmente un 30% sobre el precio del mercado", afirma Walter Peters, hijo del fundador y actual administrador de la Finca Irlanda.

Poco después que el padre de Peters adquirió la granja en 1928, el mercado del café (con todos los demás a raíz de la depresión de 1929) cayó presa de la volatilidad. Para evitar las bajas de precios y el uso de productos químicos peligrosos, Peters padre decidió comenzar a cultivar café por medios naturales. Peters contrató los servicios de la única entidad certificadora en aquel momento, Demeter Bund, de Alemania, para probar que su café se producía por medios naturales y que eso justificaba el precio más elevado. Ideas extrañas. Mientras otros cafeteros de Soconusco inicialmente se mostraron muy escépticos sobre las técnicas de cultivo de Peters y el uso del abono orgánico, pronto se dieron cuenta de que en los años de precios mundiales deprimidos la producción de la Finca Irlanda se mantenía viable.

"Todos en la región pensamos al principio...

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