Aguas turbias.

AuthorHudson, Peter
PositionArgentina - TT: Cloudy waters. - TA: Argentina

Argentina, líder latinoamericano en obras privadas de acueducto, trata de crear un sistema transparente de concesiones.

LAS EMPRESAS DEL INCIPIENTE SECTOR PRIVADO DE acueductos en América Latina tienen en la provincia argentina de Tucumán un ejemplo de lo peor que les podría pasar.

En 1995, la empresa francesa de acueductos Vivendi, conocida entonces como Cie. Générale des Eaux, llegó a un acuerdo con el gobierno de Tucumán para administrar el sistema de acueductos. A los pocos meses aumentó las tarifas el doble para cubrir los costos de un ambicioso programa de inversión. Durante ese tiempo, Antonio Bussi se hizo cargo de la gobernatura provincial y se opuso a la privatización. Bussi y sus partidarios usaron el alza de las tarifas para criticar a sus enemigos políticos, tomaron las calles y exhortaron a los vecinos a que no pagaran las facturas de agua. Luego, inexplicablemente, el agua se puso turbia. No hizo falta más para convencer a los vecinos de que la privatización era una mala idea. Más de ocho de cada diez clientes dejaron de pagar las facturas, lo que obligó a Vivendi a rescindir el contrato. Para la empresa, que presentó una demanda de US$100 millones contra el gobierno provincial, era la primera vez en sus 145 años que anulaba un contrato de ese tipo.

La experiencia de Vivendi en Tucumán es preocupante, sobre todo si se considera que pocos países tienen más experiencia que Argentina en estos problemas. Por lo menos el 60% de los acueductos del país está en manos privadas, la proporción más alta de América Latina, aunque ya Chile y Brasil le pisan los talones. A pesar de que Vivendi se queja de los cambios arbitrarios en las normativas que dispuso el nuevo gobierno de Tucumán, es obvio que ninguna de las partes tenía toda la razón. La compañía no dio las garantías financieras que había prometido y concretó muy pocas de las inversiones que había anunciado, lo que hizo empeorar el servicio.

Hoy el sistema de acueductos de Tucumán está de nuevo en manos del gobierno provincial. El gobernador autorizó en octubre la salida de Vivendi, aunque un panel de arbitraje del Banco Mundial todavía estudia la queja de la empresa.

Podría pensarse que esos problemas disuadirían a otros gobiernos de privatizar acueductos. Pero como las empresas privadas se consideran la única fuente de fondos para modernizar los sistemas de acueducto de la región, los gobiernos todavía optan por la privatización, aunque los factores políticos convierten la...

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