Aduana virtual.

AuthorBowen, Sally
PositionAutomatizaci

Los funcionarios aduaneros de Perú le sacan máximo provecho a la tecnología.

¿Aduanas sin papeleo? Parece una contradicción, sobre todo en Latinoamérica, donde resisten los últimos bastiones contra el libre comercio y la modernización. De modo que cuando el gobierno peruano aprobó hace dos años una ley que obligaba a la Superintendencia Nacional de Aduanas (Sunad) a entrar en la era electrónica, la situación parecía adecuada para la farsa. A fin de cuentas, Sunad era la típica entidad tercermundista: con exceso de personal, ineficiente, plagada por la corrupción y llena de toneladas de papeles.

Pero la comedia se ha convertido en una obra seria, y otros países quieren copia del guión.

Los agentes de aduanas y los agentes de fletes ya no van a la aduana para regatear pagos, sino que todos están vinculados a Sunad a través de la Internet y pueden seguir todo el proceso electrónico de la aprobación de productos para exportación o importación en la World Wide Web. Los cobros se hacen a través de 12 bancos interconectados con los que Sunad tiene convenios. Los manifiestos se transmiten electrónicamente a los funcionarios que aprueban los envíos o los retienen para inspección.

En todos los casos, el proceso se mueve a la velocidad de la luz en comparación con el sistema antiguo. "Las innovaciones de Sunad lo han puesto en la vanguardia", dice Alvaro Barrenechea, gerente general de DHL Perú, que atribuye parcialmente al sistema el aumento del 40% en el volumen de negocios de su compañía el año pasado. "Sunad usa la Internet con mucha intensidad y mucha inteligencia. Su página electrónica es muy completa y nos permite seguir cada paso del proceso aduanal y ver si hay algún error".

Los trámites aduanales en línea de Sunad han llamado la atención en Perú y fuera de Perú. En el país, el cuerpo de aduaneros ganó un premio nacional por "creatividad comercial". Y los funcionarios de aduanas en toda la región han pedido ayuda para establecer sistemas similares.

Ese reconocimiento es nuevo para la entidad. A principios de la década, Sunad era como la mayoría de las aduanas. Para importar o exportar cualquier producto hacían falta siete copias del formulario básico, además de unas 100 estampillas con que los funcionarios aprobaban cada paso. Para hacer más engorrosos los trámites, cualquier error implicaba comenzar otra vez el proceso desde el principio.

Pero en 1992, en el marco del cambio hacia el libre mercado, el gobierno aprobó una ley...

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