Misión posible: las Fuerzas das de los Estados Unidos redefinen su rol del siglo 21 en América Latina a falta de tratados comerciales y otros temas bilaterales.

AuthorBussey, Jane

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

En últimos años, Washington firmó pactos de defensa con Colombia y Brasil, pero un cerró ni un solo acuerdo comercial en toda la región.

El estancamiento de la agenda de libre comercio de Washington ha convertido a los militares en los socios visibles, no sólo para la tradicional cooperación en temas de seguridad y los ejercicios militares conjuntos sino también para las misiones de ayuda humanitaria y como apoyo en la lucha contra la violencia y la inestabilidad asociadas con el tráfico de drogas.

El perfil más alto que han adquirido los militares se refleja también en la transformación del Comando Sur, que trasladó su sede de Panamá a Miami en 1997.

El Comando Sur ha pasado de ser un comando de combate tradicional a ser un "Comando de Seguridad Conjunta Interagencias", una amplia estructura que pone agendas gubernamentales civiles y militares bajo un mismo techo para integrar y potenciar sus recursos.

Dada la baja probabilidad de una guerra convencional en la región, el Comando Sur está concentrado en la lucha contra el tráfico ilegal y las organizaciones delictivas transnacionales, una tarea que los militares admiten que no pueden resolver solos. Esta problemática surge en momentos en que mucho ha cambiado en América Latina y el Caribe. Países que otrora estaban bajo la dictadura de sus fuerzas armadas hoy son democracias de casi tres décadas y cuentan con sectores financieros y de negocios que están desarrollándose de forma inédita.

La Ley de Autorización de Defensa de los Estados Unidos para el año fiscal 2009 describe la misión más amplia de las fuerzas armadas como una iniciativa que "apoya la seguridad, la estabilidad y la prosperidad en las Américas". Además de los temas tradicionales, también se identifica a la economía, la corrupción, la pobreza y la exclusión social como problemas que pueden desestabilizar las democracias de América Latina y amenazar la seguridad nacional de los Estados Unidos.

"Casi por defecto, el Comando Sur es el brazo en el que más se apoyan los Estados Unidos para proyectar su influencia en la región", dijo Greg Grandin, profesor de historia de la Universidad de Nueva York.

Grandin estima que los desacuerdos entre los partidos políticos en Washington es una de las razones por las cuales el papel de las fuerzas armadas ha crecido en la región. Después de que el presidente Barack Obama asumió la presidencia, los senadores republicanos se negaron a discutir los nombramientos de varios funcionarios del Departamento...

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